Capitulo O3.

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Rápidamente se hizo de noche y me  quede dormida, el día siguiente comenzó con la misma rutina, había una nota de mi madre junto a una comida que supongo ella había comprado para mí:

“Stella, te compre algo de comida, me fui de viaje, surtí la alacena para que tengas mas comida mientras yo no estoy, volveré hasta la próxima semana, tal vez.

Te quiero mucho, cuídate mi niña” Tire la nota la basura y salí camino a la escuela.

Las clases como siempre aburridas, no me interesaba nada de eso pero aun así tenía que pasa cada materia, quería terminarla ya, para poder irme de casa.

En la hora de descanso, me puse en el mismo lugar para mirar a Justin que ahora no estaba en su lugar, suspire preocupada, “Tal vez piensa que estoy loca” me dije a mi misma, comencé a comer algo de comida que traje de casa ya que no tenía dinero.

-¿Está ocupado?- Sentí a alguien a mi lado, levante la mirada notando la presencia de Justin.

-No, siéntate.- Conteste amablemente.

Se sentó tranquilamente, parecía cansado.

-¿Te sientes bien?- Solté involuntariamente. Me miro con su vista cansada.

-Sí, estoy bien.- Contesto seco, casi con un tono molesto.

-Bueno, ya no tengo hambre.- Comencé a guardar mis cosas algo molesta por su indiferencia.

Tomo mi mano deteniendo lo que estaba haciendo.- Stella – Suspiro –Lo siento, no estoy de humor, pero estoy bien es enserio- Termino, mirándome algo preocupado. Mire su rostro no había notado un morete que se encontraba bajo su ojo, fruncí el seño ante la marca.

-¿Qué te paso en el ojo?.- Dije acercando mi mano hacía la marca, pero Justin tomo mi mano antes de que llegara a tocarla.

-Sabes, duele cuando lo tocan. Ayer, unos idiotas, nada más.- Contesto algo irritado.

-¿Idiotas?, ¿entonces eran muchos?.- Pregunte algo asustada por la respuesta.

-Siete exactamente.- Contesto con el seño fruncido al recordar el momento.

Narra Justin.

Vi preocupación en los ojos de Stella tal vez se imagino la situación, había algo en Stella, algo que me tranquilizaba, me sentía bien al estar con ella, era hermosa tenía que aceptarlo, yo sentía que me tenía miedo, cada vez que me miraba era como sí mirara a un criminal, y lo era, pero no quería que ella lo supiera no quería que ella me temiera.

Quite  un mechón de pelo de su cara, intentando aligerar el ambiente, ella suspiro a mi rose, tenía sus ojos fijos en mi, esos ojos marrones, con sus largas pestañas, nunca antes los había notado. La protegería, quería cuidarla.

¿Qué era esto? ¿Me estaba enamorando de Stella? Esa vez que me miro no podía dejar de mirarla, su respiración era tan tranquila y como sus ojos marrones me miraban, su hermoso pelo volando al viento del lugar, se veía tan perfecta, y yo la quería.

Sonó el timbre para entrar a las ultimas clases, yo no entraría, ha eso quisieran, solo vengo a este lugar porque no me quedare en mi casa aburrido, no hay nadie a quien molestar en ese lugar, pero al parecer Stella tenía otros planes ya que comenzó a guardar sus cosas para levantarse.

-Bueno, nos vemos luego Justin.- Parecía nerviosa, se dio media vuelta y camino hacía los salones, yo me quede sentado viendo como desaparecía de mi vista.

“Creo que me enamore de ti Stella” Susurre para mí mismo.

Me levante y camine hacía un árbol, donde puedo ver todo y a todos los idiotas que asistían a ese lugar, me senté bajo la sombra de este, escuchando cualquier sonido, cualquier aroma, me gustaba estar en silencio, pensar en mis problemas, pero ahora no podía sacar a Stella de mi cabeza.

Pasaron las últimas horas más rápido de lo que pensé, los alumnos comenzaron a salir, salí hacía donde estaba mi auto, me recargue en el, estaba esperando ver salir a Stella y así fue luego de unos minutos la vi caminar con sus cosas atreves del estacionamiento, decidí seguirla sin que me viera, luego vendría por mi auto ella no vive muy lejos, pero al parecer no iría a su casa porque se digirió hacía un supermercado, espere pacientemente afuera, hasta que la vi salir, llevaba unos dulces, sonreí al ver la inocencia en ella, no podía verme estaba detrás de unos autos, cuando estuvo a una distancia razonable, continúe caminando detrás de ella, llevaba sus audífonos, paró en seco, me tire rápidamente detrás de un arbusto que estaba al lado de la banqueta, tal vez había sentido mi presencia porque volteo atrás, pero al no ver a nadie, continuo caminando, esta vez espere a que avanzara mas, había unos bastardos de el otro lado de la banqueta que al verla pasar cruzaron la calle y comenzaron a seguirla.

“Esto será divertido” Me susurre a mí mismo.

Come With Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora