Capitulo O5.

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-Fui a comprar unas cosas al supermercado.- Dije seco.

-¿Y dónde están?- Pregunto levantando una ceja.

-Creo que se perdieron cuando fui a rescatarte ,¿no crees?.- Mentí, bajo la mirada avergonzada.

-Gracias, por todo.- Musito aun con la mirada baja. Supongo que por haberla cuidado hasta ahora.

-Denada.- Dije sonriéndole, miro alrededor, como buscando algo, se levantó y se dirigió a la sala caminando lento debido a sus heridas, se sentó en el sofá y me llamo con su mano para que fuera a sentarme con ella, me levante con una sonrisa y me dirigí hacía donde ella estaba, me senté junto a ella, ella solo me miro.

-¿Por qué?- Soltó de repente, levante mi mirada y vi sus hermosos ojos cafés viéndome con compasión, amaba eso, no entendí su pregunta.

-¿Qué cosa?- Pregunte confundido.

-¿Por qué hiciste lo del callejón el otro día? ¿No podías ser normal y preguntarme mi nombre en la escuela o algo?- Me pregunto con una sonrisa burlona en su rostro, tenía una sonrisa hermosa.

Me reí antes de contestar.

-Iba a preguntártelo a la salida, pero comenzaste a correr asustada, no fue precisamente mi intención, solo se dio.- Conteste mirándola.

-Y como me estabas mirando en el descanso supuse que también querías conocer el mío, ¿o no?.- Vi como sus mejillas se tornaban de un color más rosado y miraba sus manos.

-¿Quieres quedarte?- Solté sin pensarlo, no quería que se fuera, quería poder seguir mirando esos ojos marrones, levanto su mirada sorprendida por mi pregunta, mañana sería sábado y estaba lastimada.

Aunque pudiera caminar sabía que no podría hacer muchas cosas ella sola, solo quería protegerla.

-¿Es enserio?- Dijo algo apenada.

-Sí, solo sí estás de acuerdo- Dije sonriendo, tratando de no sonar incomodo, o extraño.

-Puedes tomar mi cama, yo dormiré aquí- Dije señalando el sofá, negó con la cabeza.

-No, no te quitare tu cama, será mejor que me vaya a casa.- Intento levantarse, haciendo una mueca de dolor, me levante rápido para alcanzarla y la tome de los hombros para darle la vuelta, ya teniéndola frente a frente.

-No, Stella está bien, no dejaría que alguien herido durmiera en el sofá, yo estoy bien, puedes dormir en mi cama, enserio.- Dije mirándola suplicándole que se quedara.

Suspiro- Esta bien- Sonreí al escuchar eso.

-Pero creo que necesitas más ropa y yo no tengo ropa para mujer aquí.- La mire esperando su respuesta.

-Mmmmm.- se quejó- ¿Podrías ir a mi casa por algo de ropa?.- Se dirijo a la cocina y abrió una compartimiento, no tenía nada de comida en este lugar.- Y algo de comida también.- Volteo a sonreírme.

Baje mi mirada pensando.

-Espera aquí.- Le dije mientras se volvía a sentar en sofá, subí a mi habitación busque en el armario una maleta para traer las cosas que me había pedido.

Baje para encontrármela sacando las llaves de lo que supuse era su casa, me las entrego y me dirigí a la salida para ir a su casa, que no estaba muy lejos de la mía.

Narra Stella.

Cuando salió por la puerta me quede pensando, era obvio que Justin me estaba siguiendo para haber estado ahí cuando esos hombres llegaron a golpearme, me pareció lindo que hubiera mentido para ocultarlo, solo no me molesto porque sabía la verdad, algún día tendría que decírmelo, pero seguía sin poder creer en donde estaba, en la casa de Justin, como fue que todo esto salió de una simple mirada, nunca pensé que se convertiría en esto, vivía solo como podía pasársela aquí solo todos los días, que haría para entretenerse, me levante con cuidado ya que mis heridas todavía dolían, sonreí al recordar cuando Justin me curo las heridas, cada vez que su piel tocaba la mía sentía electricidad recorrer mi cuerpo.

Subí las escaleras con cuidado para evitar caerme, no quería que otra herida se agregara a la lista, abrí la puerta y al entrar comencé a caminar alrededor de la habitación, vi una foto de Justin con una mujer, parecía algo mayor, supuse que era su madre, la habitación estaba pintada de un color gris claro, la cama con las sabanas desordenadas estaba en medio de todo, me dirigi a la ventana que estaba al lado de la mesa de noche y vi el auto de Justin llegar, seguramente aprovecho para ir por el a la escuela, bajo la maleta del asiento del co-piloto, y camino hacía la puerta.

Salí de la habitación para dirigirme a la sala, Justin ya había entrado y al parecer me estaba buscando.

-¿Cómo te fue?- Se dio vuelta hacía donde lo había llamado, sonrió.

-Pensé que te habías ido- Contesto acercándose a mí, la maleta estaba en la mesa del comedor.

-¿Por qué haría eso?- Dije sonriéndole, no quería irme, no tenía pensado hacerlo.

-No lo sé.- Contesto más cerca de mí, sentí sus manos tomar mi cintura con delicadeza, esa electricidad de nuevo recorriendo mi cuerpo, eran sensaciones nuevas, que nadie me había hecho sentir, levante la mirada para encontrarlo a centímetros de mí, podía sentir su respiración chochar con mi boca, sus hermosos ojos miel no dejaban de mirarme, eran tan hermosos, nunca pensé tenerlos tan cerca, beso mi frente, primera vez que sentía sus labios en mi piel.

-Creo que es mejor que te cambies Stella- Susurro antes de dirigirse a la maleta para sacar la comida y dejarla en la mesa, se colgó la maleta en el brazo y se acercó a mí, no me había movido ni un centímetro de donde estaba.

Come With Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora