Come With Me.

Capitulo O4.

Vi como la acorralaron entre dos casas, comencé a correr para alcanzarlos, eran tres, dos altos, y uno obeso, al entrar al espacio, la vi tirada en el suelo desmayada. Fue todo, camine rápido hacía los hombres golpe al primero que noto mi presencia y lo deje inconsciente en el suelo, al gordito lo estampe contra la pared y le di un rodillazo en el estomago, cayó al suelo al instante, el ultimo tenía su mirada fija en Stella.

Me escondí en una parte oscura para que no me mirara, se dio media vuelta, dándose cuenta que sus compañeros estaban tirados en el suelo, no perdí más tiempo y lo apuñale antes de que hiciera algo.

Hizo un sonido de dolor y cayó de rodillas, lo patee para que terminara en el suelo completamente. Voltee preocupado hacía donde estaba Stella, la habían golpeado, pude haber evitado eso, sentí rabia, note que tenia heridas en sus piernas y en su bello rostro, la levante con cuidado tratando de no lastimarla más, decidí llevarla a mi casa, lástima que mi auto estaba más lejos, no pensaba pasar entre la gente con Stella tan herida, no quería que nadie la tocara yo cuidaría de ella. Tardarían en encontrar a los tipos que yo había herido, ahora tenía que preocuparme por ella.

-Justin- La escuche susurrar, la mire, tenía sus ojos entreabiertos.

-Lo siento mucho Stella, tranquila- Intente parecer fuerte, pero por dentro estaba destrozado de verla así.

-¿Te hicieron algo?- Ni siquiera me tocaron, pensé.

-No hables por favor- No quería que gastara energías ahora, luego hablaría con ella. Cerró sus ojos.

-Stella, por favor, no te duermas- No quería que se desmayara otra vez, tenía que mantenerla despierta.

Sentí su mirada en mi todo el camino hasta mi casa, me las arregle para abrir la puerta con ella en mis brazos, subí las escaleras y la lleve a mi habitación y la recosté en mi cama, salí corriendo al baño donde tenía el botiquín, al volver ella tenía sus ojos cerrados.

-Stella- Acaricie su rostro para despertarla. Lentamente abrió los ojos y sonrió de lado, ¿Cómo podría sonreír cuando estaba en tan mal estado? Creo que me intentaba hacer sentir mejor, pero seguía muy preocupado por ella.

Comencé a limpiar las heridas de sus piernas, ya que estaban sucias porque había caído al suelo sucio de el lugar, voltee mi mirada hacía ella esperando una cara de dolor o algo así, pero estaba mirando cada movimiento que hacía, al notar que la miraba levanto su mirada de mis manos para ver mi rostro, extendió su mano para que me sentara más cerca de ella, obedecí, tomo mi rostro entre sus manos y comenzó analizando, estaba buscando alguna herida, reí al notar lo que estaba haciendo.

-Stella, estoy bien- Dije sonriéndole, frunció el seño, tomo mis brazos y comenzó a hacer lo mismo que con mi rostro.

-Stella, es enserio, esos tipos ni siquiera me tocaron- Levanto una ceja por mi respuesta.

-No tienes ni un rasguño, ¿Qué eres? ¿Un ninja o algo así?.- Reí por lo bajo.

-Mira como quede yo.- Dijo mirando sus piernas y tocando su rostro.

-Basta, me hubiera gustado haber evitado todo esto.- Dije con rabia en mis palabras.

-No fue tu culpa Justin- Dijo tomando mi brazo, la mire y vi compasión en sus ojos, con solo mirarla todo mi enojo se esfumaba, pero mi preocupación por ella seguía, continúe limpiando sus heridas, puse unas vendas donde las necesitaba y proseguí a limpiar las de su rostro, la hice sentarse para poder mirar bien su rostro, al limpiar la primera que estaba en su frente, hizo una mueca de dolor.

-Lo siento- Susurre.

Continúe limpiando la de su mejilla, sentía como me miraba, estaba concentrado en lo que hacía.

Cuando termine la mire, estaba mirando mi rostro, yo mire sus labios, esos hermosos labios rosados, como quise besarla en ese momento, pero no sabía que sentía ella por mi, no sería correcto.

-¿Tienes hambre?- Rompí el silencio.

-Algo- Contesto sonriendo.

-Hay pizza, ¿te gustaría comer eso?- Pregunte con una sonrisa, intentando cambiar el ambiente.

-Claro, a quien no le gusta la pizza- Contesto tranquila.

Reí por lo bajo con su respuesta, me levante de la cama.

-Bien, ya vuelvo con la comida, espera aquí.- Salí de la habitación.

Baje las escaleras dirigiéndome hacia la cocina, tome dos pedazos y los puse en el microondas ya que estaban fríos, me recargue contra la alacena, recordando como Stella me había mirado hace unos momentos, sonreí ante el recuerdo, escuche pasos, mire hacía las escaleras y vi a Stella bajando, corrí a ayudarla.

-Stella, te dije que esperaras arriba- Dije tomándola de la mano para que se apoyara en mi.

-Justin, estoy bien puedo caminar, no se me rompieron las piernas o algo así.- Contesto sonriendo.

La ayude a sentarse en la mesa del comedor, escuche el microondas pitar indicando que las pizzas estaban listas. La deje sentada y fui por su comida, puse el plato enfrente de ella.

-¿Tu no comerás?- Pregunto mirándome confundida.

-No tengo hambre- Conteste algo serio.

-¿Ya comiste algo en la mañana?- Pregunto.

-No, pero no tengo hambre- Conteste, sabía que quería que comería, pero de verdad no tenía ganas, solo quería mirarla.

-No comeré hasta que comas algo- Dijo con el seño fruncido.

-Stella...- No me dejo terminar. -Nada, comes algo por favor- Contesto algo irritada.

-Está bien- Me levante rendido y fui a prepararme la pizza, cuando volví con mi comida ella ya llevaba la mitad de una rebanada, sonreí al verla comer, se veía tan linda.

Comencé a comer mi rebanada y ella me miro.

-¿Vives solo?.- Dijo mirando a la ventana de la sala, para luego voltear a verme.

-Sí.- Conteste finalmente.

Al terminar de comer, se quedó sentada, pensativa.

-Te pasa algo.- Le pregunte algo preocupado.

-No, solo que... ¿Cómo sabías donde estaba cuando esos hombres llegaron?- No supe que responder, no podía decirle que la estaba siguiendo, sería algo extraño.