Capítulo 15

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8:22 PM.
Seis días después.

Setenta y dos horas era el tiempo que Shibusawa había brindado a Sigma para traerle esa información. Sin embargo, estas setenta y dos horas se vieron divididas en jornadas de doce horas, el equivalente de seis días… 

Shibusawa podría quejarse, intentar castigar o reprender a Sigma ante sus quejas y excusas con el horario laboral, pero en realidad no podía. Y no solo era porque el chico fuese demasiado bueno en lo que hacía, si no que, ¿Cómo te deshaces fácilmente de alguien tan cercano?

Sin embargo, durante esos días él también había estado bastante ocupado con algunas reuniones, ajustando cuentas, ampliando territorio o simplemente remarcando lo que era suyo… Ser un Yakuza en realidad no era sencillo y, aunque tenían modalidades diferentes a una mafia cualquiera o similar, no dejaba de ser agotador. Quizás evitaba la mayor parte de conflictos gracias a su actitud y modus operandi, pero aún así nadie le quitaba lo fastidioso a la situación.

En esos momentos, se encontraba en una habitación bastante amplia, leyendo detenidamente la información que tenía a su disposición en sus manos.

Nikolai Vasilievich Gogol y Fyodor…

A pesar del cansancio, sus ojos carmín, agotados, leían cada una de esas palabras, cada renglón con sumo cuidado.

Hubo unos instantes en los que paró la lectura, tomando con su dedo índice y pulgar su tabique nasal, como si procesará todo lo que estaba leyendo, intentando digerir lo que ahí había. 

Sin soltar aquellas hojas, se dirigió hasta un estante, del cual tomó un whisky, sirviéndose un poco de aquel líquido para degustar. 

Tras tomarse unos momentos, volvió a caminar por el lugar, hasta llegar a un vestíbulo donde se encontraba una chimenea. De lado dejó su bebida, concentrándose en la lectura. 

En realidad, no sabía cómo sentirse con todo lo que estaba recibiendo su cerebro. Todo lo que habían hecho, vivido y pasado esos jóvenes… Era su responsabilidad, sobre todo tratándose de Fyodor, pues Nikolai era un punto muy aparte para él, pero le dolía saber que era a causa de éste el historial de Fyodor.

Pero si hablaba del pasado y del por qué se sentía responsable de lo que vivió Fyodor, era sencillo… Fue él quien pagó esa deuda y dejó en libertad a Fyodor, pero también fue él quien, en un juego de dominio había provocado que el muchacho huyera de Yun Meng e hiciera, viera y estuviera involucrado en todo ese tipo de cosas.

— Fyodor… —Quería abrazarlo, pedirle disculpas, limpiarlo y cubrirlo con una manta y no permitirle nunca más verse en situaciones así. Luchando por su vida o la de alguien más.

Shibusawa solamente quería desplomarse ahí, caer de rodillas y recargarse en algo, pero no podía, debía mantenerse fuerte, con ese porte imperturbable.

¿Qué debía decir? ¿Qué debería hacer? ¿Su opinión importaría?

Y, sin embargo, tras finalizar. No hizo más que soltar un largo suspiro, cansado, arrojando todos esos documentos y hojas al fuego, observando cómo eran consumidos y lo único que quedaba de ellos eran cenizas. 

Debía mantenerse sereno.

Ahora tenía lo que quería, toda la información posible de Nikolai a su disposición, sabría cómo moverse o que jugada plantarle al muchacho en caso fuese un problema para él o para Fyodor.

Y, sin embargo, se había ensimismado más en las casillas que incluían a Fyodor en esa información, o incluso en el documento que trataba solo de Fyodor…

Sí podría resumirlo con pocas palabras era que Nikolai no era una perita en dulce y Fyodor… ¿Qué estaba pasando ahí? Era como si ese muchacho no existiera.

Yakuza's prostituteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora