Capítulo 10

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Capítulo 10

Inhumano.

«Y tú no sabes… Lo doloroso que fue, sentir que ya no era humano.»

Una vista al pasado…

En la orilla de un río, a un joven le costaba respirar. El cielo estaba cubierto por densas nubes dejando caer gruesas gotas de lluvia, pero esto estaba bien desde su perspectiva. 

— ¡Fedya! ¡Fedya! —La voz desesperada de un muchacho de cabellos albinos, que vestía un par de trapitos parchados con costuras enredados, se hizo presente.

El jovencito corría por el área, arrastrando consigo una soga en el tobillo izquierdo, sosteniendo con su mano derecha una herida profunda en su brazo izquierdo, tosiendo a causa del humo que había inhalado anteriormente.

— ¡Fedya…! —El joven, al no obtener respuesta, se tiró sobre sus rodillas, observando bastante agitado el pasto debajo de su cuerpo.

No obstante, a sus oídos llegó el sonido ahogado de una tos. En ese momento el joven divisó el cuerpo de aquel azabache a la orilla del río, siendo bañado por la lluvia que comenzaba a caer.

— ¡Fedya…! 

Sin pensarlo, el joven corrió hacia esa dirección, rodando por el camino al haber pisado la soga en su tobillo, llegando al lado del muchacho a quien intentó sostener por los hombros.

— Levántate, respira. Vamos, por favor.

Le pedía exaltado, ayudando al azabache pues este tenía el rostro empapado y cubierto de sangre, inclusive de su nariz parecía no parar aquel sangrado.

Nikolai sostuvo a Fyodor, ayudándole a dar la vuelta, observando como la sangre caía en un denso chorro mientras el joven intentaba respirar, tosiendo, con los brazos temblorosos a causa del fuerte golpe de adrenalina que tuvo como una sobredosis.

— Fedya, no me dejes… No me vas a dejar, ¿Verdad? Por favor, te lo ruego. No tengo a dónde ir, si me dejas, seguramente me capturará otro amo. ¡Yo soy demasiado tonto! No soy listo, yo… —El jovencito de cabellos blancos algo sucios no dejaba de expresar sus dolencias al muchacho que permanecía inmóvil. 

Lloraba al igual que un niño, ayudando al jovencito a mantenerse en esa posición.

Del otro lado, el lodazal tenía un sinfín de huellas marcadas, resbalones, y con ello el cuerpo de un hombre robusto sin vida con un puñal clavado en el corazón.

— Fedya… —Eso a Nikolai no le importaba, aquel hombre siempre había sido muy cruel con él. Incluso ése día, le había lastimado tanto después del show… 

— Vete. —Pidió el azabache en un estado deplorable, intentando apoyarse con las manos en el lodo. Ahora que el dope de adrenalina había pasado, apenas y tenía fuerzas para sostenerse.

Después de todo, si alguien venía, lo capturarían de nuevo… Y era algo que no quería que sucediera, Nikolai merecía otro tipo de vida. 

No obstante, ¿Cómo habían llegado a éste escenario? Sencillamente.

Solo había que remontarse un poco más atrás en los sucesos…

Fyodor no podía evitar preguntarse, ¿En qué clase de mundo vivían? Dónde era entretenimiento abusar a menores delante de otros hombres y mujeres. 

Era gente hipócrita. 

Brindaban shows con animales, acróbatas, bailarinas y trucos de magia… Pero bien decían que, cuando el telón caía, nadie debía saber lo que sucedía detrás de éste. 

Yakuza's prostituteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora