Capítulo 12

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“El perro”


Había pasado una semana desde aquel show en el Zorro Ártico, el lugar tal y como se esperaba había tomado tanta fama, más de la que ya poseía que Inclusive se había pensado en abrir una segunda sucursal en un lugar más céntrico dentro de la ciudad, o bien, hacer una remodelación que ampliará el lugar.

Cómo fuese, esto era decisión de Echo y compañía (su familia), y esto no quería decir que Fyodor no se sintiera feliz por ellos, de cualquier forma tanto Agatha, Nikolai y él se verían beneficiados fuese cuál fuese la decisión. No sería la primera vez que algo así sucediera pues, cuando tenía dieciséis años ya se encontraba rolando de lugar en lugar, inclusive desde más joven, siguiendo a su madre de un lado a otro cuando no soportaba quedarse solo en aquel departamento.

Aquel día era su descanso, ¿En qué lo estaba ocupando? Al parecer tenía planeado darse una vuelta alrededor. Lamentablemente y para su desgracia, Nikolai trabajaba ese día, no les tocaría descanso juntos hasta la siguiente semana así que debía resistir. Se decía pues, que a pesar de todo no había nacido pegado a Nikolai y debía tomar la iniciativa de salir sin compañía a caminar, no soportaba tampoco tantas horas de encierro si no tenía en qué distraerse.

¡Eso! Podría ir a la librería más cercana en busca de aquel libro que le había recomendado un compañero de trabajo, tenía un título ridículamente romántico, pero ya se había comprometido a darle la oportunidad, así mismo podría buscar una iglesia por el área e ingresar a ésta… Sí, ya estaba haciendo sus planes de manera mental mientras caminaba por la acera a tan tempranas horas de la mañana.

— Pues para trabajar en un club nocturno es bastante madrugador… Que fastidio salir a las siete de la mañana. —Se quejó Dazai desde su vehículo. Claro, sabía que Shibusawa le había dado una advertencia muy tajante de dejar en paz a ese muchacho, pero solo lo estaba observando, no le estaba haciendo daño ni nada similar, por ende, estaba manteniéndose al márgen, ¿No?

Además, Shibusawa había dicho únicamente que le dejara en paz, así que, si ese muchachito de cabellera negra decidía acercarse por su cuenta… La historia sería otra, ¿Verdad?

— White Dragon le dijo que se mantuviera lejos de él. Si usted lo molesta, White Dragon podría cortar lazos con usted… ¿Esto no perjudica a la Mafia Portuaria? Después de todo, usted logró mantener a flote el legado de Ōgai Mori por… —Habló poco después Akutagawa con un nerviosismo evidente desde el asiento de copiloto.

— ¡Por supuesto! Pero por eso mismo serás tú quien hable con él. Voy a tantear el terreno contigo, ¿No es demasiado obvio? ¿Para que te tengo si no es para usarte? ¡Tú lo atraerás a mí! —Pues él no pensaba andar detrás de ese muchacho a esas horas de la mañana, de hecho, gracias a sus vidrios polarizados ya comenzaba a sacar un antifaz de la guantera.

— ¿Señor Dazai…? —Akutagawa le miró bastante confundido, observando como el castaño se recogía el cabello y se colocaba aquel antifaz.

— ¿Todavía sigues aquí, Ryūnosuke? El tiempo es oro. Entre más tiempo desperdicies, más tardarás en traerlo al vehículo. Vete, rápido. —Akutagawa negó con preocupación.

— Insisto señor, no creo que sea buena idea. White Dragon parecía muy serio cuando lo dijo… Podría cortar incluso mi cuello si algo le pasa a ese chaval y descubre que he estado involucrado. No quisiera que… —Ante su "cobardía" Dazai suspiró girando los ojos al quitarse el antifaz.

— ¡Entonces se discreto, joder! Si White Dragon te mata, solo me demostrarás lo inútil que eres. No habrás sido capaz de nada, solo para abrir las piernas cuando se te pide. —Violentó Dazai, pescando al muchacho por el flequillo a la vez que le soltaba una cachetada.

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