Eᴊᴇʀᴄᴇ ᴇʟ ᴄᴏɴᴛʀᴏʟ sᴏʙʀᴇ ᴍí || Z.M

Capítulo » 37

¡Aquí está el nuevo capítulo! Entiendo si nunca tuvieron fe en mí, pero bueh... ¡Cumplí!

Apreciaría si votaran y dejaran un comentario sobre qué les parece la historiaen general y sobre todo este capítulo. ¿Les dije que ya tengo el final pensado? Espero que les guste, de verdad :*

¡besosss! x

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Zayn's POV

Liam tardó varios segundos en darme una respuesta reconfortante, e incluso, decir cualquier simple cosa acerca de lo que acababa de admitirle. Podría apostar que mi confesión le había tomado por sorpresa, porque además, jamás había estado al borde del llanto por una mujer.

Mi mejor amigo soltó un gran suspiro, desordenó su cabello y una mueca incómoda se posó en sus labios. Fruncí el ceño y sorbí la nariz.

—¿He llegado en mal momento? —tragué fuertemente. Si Liam me decía que necesitaba un tiempo a solas, no sabría dónde más ir. Mi otra opción era Niall, pero por razones obvias no podía ir y presentarme en su casa.

—Algo así... Pero no te negaré mi ayuda, sólo... —miró hacia su hogar por medio de la ventana del frente—. ... Dame un segundo, nada más.

Asentí levemente y metí ambas manos en los bolsillos de mi pantalón.

Era extraño e incluso gracioso cómo las cosas podían ocurrir de una manera totalmente diferente a como uno las pensaba. Mi plan era llegar a casa, conversar con mi chica, arreglar la mierda que estaba disfuncional entre nosotros, besarnos, hacer el amor y ser felices como siempre. Pero, ¿Qué es lo que me encontré? A Melissa tomando una decisión totalmente tonta que nos hacía a ambos infelices. ¡Ni siquiera entendí por qué eso fue una opción en primer lugar!

Escuché que Liam soltó un fuerte gruñido desde dentro. Un gruñido de insatisfacción. Tal vez estaba follándose a alguien y yo le interrumpí su diversión... Quizás no alcanzó a terminar. Vaya, qué hijo de puta era.

—Zayn. —llamó Él desde la puerta. Alcé mi cabeza y lo vi haciéndome una seña para que entrase con Él—. Disculpa el desorden pero... No sabía que vendrías y...

—Liam, no me interesa. Nunca me ha importado —me encogí de hombros y al entrar a la sala de estar, me sorprendí fuertemente.

La mejor amiga de Melissa estaba sentada en el sofá de Liam con todo su cabello negro revuelto. No sabía si reír o... Reír. Sus mejillas estaban algo rojas y la blusa que usaba permanecía entreabierta. Me giré para ver a Liam, Él sonreía incómodamente y me miraba todo el tiempo con las cejas alzadas y su labio inferior entre dientes.

—Yo... —comencé, sonriendo poco a poco—. Si quieres puedo meterme en tu habitación y ustedes... Eso.

—¡No! —gritó ella y me hizo sonreír aún más grande. Por un momento, su efusividad me recordó a la de Mel—. Pues... Liam y yo sólo estábamos conversando y creo que ya... Debería irme, ¿Saben? Para que ustedes... —comenzó a reír fuertemente y mordió su labio—. Sólo olviden que estuve aquí. —se levantó del sofá y buscó algo con la vista.

—Olive, no... —murmuró Liam poniéndose frente a ella—. Quiero que te quedes aquí, por favor.

La chica observó a mi mejor amigo todo el tiempo, luego a mí y asintió lentamente—: Está bien.