Eᴊᴇʀᴄᴇ ᴇʟ ᴄᴏɴᴛʀᴏʟ sᴏʙʀᴇ ᴍí || Z.M

Capítulo » 45

Lo siento si está fome/aburrido, pero fhjdka no sé.

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Melissa's POV.

[Un mes después]

Día viernes.

Nuestro amable jefe Ben Schneider nos había dado el día libre a todos los chicos que éramos parte de la adaptación, porque había explicado que los directivos del FBI junto a ciertos criminalistas debían tener una reunión importante que no podía perder tiempo alguno.

Después de desechar varias opciones, decidimos junto a Layla, hacer una improvisada junta con Olive en la heladería de 5th Avenue porque ella quería organizar algunas cosas sobre su boda y nosotras dos, quienes habíamos sido elegidas como sus damas de honor, teníamos que estar al tanto del todo y acordar qué color de vestido usaríamos.

Dentro de mi mente sospesé las opciones que tenía sobre 'vomitar' todas las inseguridades y sentimientos que me producía ver las estúpidas escenas de Zayn al lado de Stephanie. Frente a mi hombre actuaba con que todo estaba en orden, que no me molestaba que tuvieran una relación tan buena y que rieran frente a mí como si ellos fueran una pareja. Frente a Zayn todo estaba 'bien', pero ya había pasado un mes completo en que debía soportar eso y no decírselo a nadie. Quizás ya era hora de quitarme aquél peso de mis hombros y contárselo a mis chicas que, obviamente, harían todo lo que estaba a su alcance para relajarme y hacerme saber que todo estaría a mi favor.

Sí, en el fondo sabía que todo entre Zayn y yo iba viento en popa. En casa nada parecía estar fuera de lugar, conversábamos, reíamos, bromeábamos y tocábamos el tema de la boda cada vez que se nos daba el momento, pero cuando estábamos en el FBI... Todo eso parecía esfumarse. Mi inseguridad y celos derrumbaban toda la confianza que tenía en Él; sabía que eso estaba mal, pero no podía evitarlo. Trataba, pero a mi mente le gustaba jugarme malas pasadas.

Layla carraspeó su garganta y atrajo mi atención—: Estás callada. ¿Qué pasa ahora?

Negué un par de veces—: Me gustaría hablar de esto cuando estemos con Olive. Necesito muchos consejos... Creo que me voy a volver loca.

—Bien. —frunció el ceño y miró por la ventana de su lado.

Habíamos pedido un taxi para que nos llevara a nuestro lugar de encuentro, por lo que aquí estábamos, a casi dos cuadras.

Solté un pesado suspiro y puse las palmas de mis manos sobre mis mejillas, mirando firmemente hacia el frente y sin prestarle atención a los curiosos ojos de Layla que sentía sobre mí.

**

—¡Al fin! —gritó Olive cuando nos vio llegar. Se levantó de la silla en que estaba sentada—. Se suponía que estarían aquí hace diez minutos.

—El tráfico estaba horrible —comentó Lay, quien tras darle un apretado abrazo, tomó asiento en otra de las sillas.

—¿¡Y tú!? —chilló cuando casi se tiró sobre mí—. Creo que tendremos una conversación algo profunda.

—Sí, lo mismo decía yo... —Woolters negó un par de veces y me dirigió toda su sonrisa—. Creo que el color de los vestidos puede esperar. ¿Qué pasa Mel?