Capítulo » 15

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Hola, esto me quedó súuuuuuuuuuuper largo. 

Bueno, el capítulo se lo quiero dedicar a mi amiga Jana porque está de cumpleaños hoy. Así que Jana, happy birthday, perdón por subir tan tarde, pero aún es 6 de oct. 

¡Espero que les guste porque me costó! :D

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Melissa's POV.


Gracias al cambio de planes que Ben Schneider había decidido hacer el día de hoy pude dormir hasta altas horas de la mañana. Hacía bastante tiempo no tenía el placer de despertar a la hora que yo quería sin que un estúpido aparato electrónico interrumpiese mis sueños. Gracias, jodido Ben.

Un pequeño bulto se removió a mi lado, acariciándome el brazo con unas pequeñas patitas heladas. Abrí el cobertor encontrándome con la sorpresa de que Cuddles se había metido en mi cama la noche anterior.


—Cuéntame, ¿Quién te dio permiso para dormir conmigo?, ¿Hmm? —lo miré a sus pequeños ojos de color azul claro esperando por alguna respuesta—: Eso está mal, Cuddles. Muy mal. Yo no te enseñé a ser un gato mal educado... ¿Sabes?


La única respuesta que me dio mi querido gato fue la de estirar sus patas delanteras, subir su lomo y bostezar ampliamente, como si mis palabras lo aburrieran. Lo siguiente que supe fue que levantó la cola frente a mi cara y de un simple salto se bajó de la cama y salió de mi pieza, dejándome completamente sola.

Tiré mi cabeza contra la almohada luego de ver la caminata que Cuddles hizo hasta afuera y comencé a observar con atención el techo. Sin mi consentimiento, los recuerdos de lo que ayer había pasado en la oficina de Niall se hicieron presentes en mi mente, haciendo que me ruborizara por completo.


«—¿Qué necesitas, Niall? —pregunté cuando estuvimos totalmente solos. Él cerró la puerta de su oficina con seguro y apoyó lentamente su espalda en ella, observándome con calidez—. ¿Niall?

—Sólo...


Bastaron simplemente esas cuatro letras para entender el propósito de todo. Avanzó hacia mí como un tigre hacia su presa, con sólo dos grandes pasos. Colocó ambas manos sobre mi cintura, lo que provocó que un fuerte subidón de adrenalina u otra extraña hormona alterara mi estómago y creara un caos allí dentro. Lo observé a sus ojos por un par de segundos, segundos en que tragué un sonoro cúmulo de saliva. Sus manos nuevamente se movieron sobre mí: su derecha se concentró en apretar mi espalda baja, mientras que la izquierda se hizo dueña de mi rostro. Me regaló una amable sonrisa y luego juntó sus labios con los míos.

Si bien el beso comenzó como algo casto, que no pretendía pasar a mayores, la mano derecha de Horan tenía otros planes. La sentí tocando uno de mis glúteos, lo que me alarmó un poco. Sabía que había notado mi reacción, ya que apretó aún más nuestras bocas.

Lo que sentí a continuación me inquietó más: su erección estaba presionando contra mi cadera, y ya que no estaba acostumbrada a tener relaciones sexuales estando fuera de una relación, no sabía cómo reaccionar más que el alejándolo.


—Niall, por favor —coloqué ambas manos sobre su pecho para apartarlo un poco de mí. Mi corazón palpitaba a mil por segundo—. Ayer te mencioné que no me estoy cuidando. No estoy tomando pastillas y...

Eᴊᴇʀᴄᴇ ᴇʟ ᴄᴏɴᴛʀᴏʟ sᴏʙʀᴇ ᴍí || Z.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora