Capítulo » 39

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En realidad no sé qué decir sobre este capítulo. Espero que haya quedado tan emotivo como en mi mente creí que sería jeje.

Antes que procedan a leer, quería comentarles que estoy traduciendo un fic de Zayn que me encanta :') así que si quieren ver si también les gusta, sugiero que se pasen por mi perfil y la busquen, se llama "Behind The Scenes".

De verdad espero que les guste, y si es así, estaría más que agradecida de sus votos y comentarios. ¡MUCHAS GRACIAS POR EL APOYO QUE CAPÍTULO A CAPÍTULO DEMUESTRAN! SON LAS MEJORES LECTORAS QUE ALGUIEN PODRÍA DESEAR <3 <3 <3 x

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Zayn's POV.

Las tres horas que anunciaron las azafatas que duraría el viaje desde Nueva York hasta el aeropuerto de Miami fueron las más extensas de mi vida. Me sentía terriblemente abrumado por la noticia que me había contado Liam hace un par de horas, y además, sumamente imbécil por haber culpado a mi novia de ser una mentirosa sin saber si quiera qué ocurría en realidad. Tenía una creciente necesidad en mi pecho de estar con ella y acompañarla en sus penas, de confortarla, de hacerle saber que, a pesar de todo, estaba aquí para ella y había volado miles de kilómetros sólo para verla y brindarle todo el apoyo que necesitase.

Después de aterrizar en tierras floridanas me sentí un poco fuera de lugar, y a juzgar por la extraña expresión que tenía Liam en su rostro, asumí que Él también. Nos miramos tratando de encontrar una respuesta y nos encogimos de hombros.

-¿Qué hacemos ahora? -pregunté. No creía que llamar a Melissa fuese del todo conveniente porque no sabía en qué estado la iba a encontrar.

-Debemos buscar el hospital, voy a llamar a Olive.

Luego de asentir y ver cómo Liam se alejó unos metros, decidí tomar asiento en las afueras del aeropuerto y dejarme llevar por mis locos pensamientos. Una vez más ellos insistieron en hacerme pensar cosas que, si bien no eran estúpidas, estaban fuera de lugar y parecían muy lejanas. ¿Cómo se vería Melissa utilizando un bonito anillo de compromiso regalado por mí? No. Definitivamente no era hora de pensar en eso. Ahora debía mantenerme firme (después de haber llorado por cerca de quince minutos) para así darle fuerza a mi novia. Eso era lo único que ambos necesitábamos.

-Bien. -Liam volvió a acercarse y comenzó a hablar sin parar, pero no podía concentrarme. La idea del anillo seguía dando vueltas en mi cabeza y no podía ahuyentarla-. ¡Zayn! -gritó mi mejor amigo-. ¿Qué te pasa?

Negué un par de veces mientras miraba al suelo y mordía mi labio-: Nada, nada.

-Por favor, necesito tu ayuda aquí. No conozco Miami y no podemos perder más tiempo... -se quedó en silencio unos segundos y luego se puso de cuclillas frente a mí-. Amigo, ¿Qué ocurre?

-Necesito estar con ella ahora, Liam -fruncí mi ceño y lo miré-. Ahora.

**

El taxi que Olive indicó que debíamos tomar hizo acto de presencia cinco minutos después.

Tuvimos ciertos inconvenientes con los que lidiar en un principio, puesto que el señor que conducía provenía de India y sólo llevaba una semana aquí en los Estados Unidos, por lo tanto, debimos que explicarle casi con dibujos dónde necesitábamos estar. El puto de Liam admitió estar sorprendido por mi cambio de actitud con respecto a la tolerancia y la paciencia, ya que en otra ocasión (más bien antes de estar enamorado) habría culpado al taxista de ser un incompetente, y además, le habría sugerido que se devolviera a su país de una no muy educada manera. Pero no ocurrió esta vez. ¡Melissa me había convertido en un blanducho y una buena persona! No sabía si reír o llorar.

Eᴊᴇʀᴄᴇ ᴇʟ ᴄᴏɴᴛʀᴏʟ sᴏʙʀᴇ ᴍí || Z.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora