Mustang, eres un idiota

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   Mustang corría tras su joven Alquimista de Acero. La misión estaba a punto de fracazar.

   A campo abierto corrían, mientras se dirigían a un complejo de unos 10 pisos. Venían tras ellos dos vehículos y una docena de hombres. Hawkeye y Havoc cubrían sus espaldas y disparaban, al tiempo que trataban de cubrirse entre troncos apilados en la planicie.

   Horas antes.

   - ¡ Te lo dije ! ¡¡ Pero jamás me hacen caso !!

   El pequeño niño de trenza gritaba furioso a su Coronel.

   Por ser el más joven , lo habían enviado a espiar junto a Breda a un molinero. El chico notó que los trabajadores habían actuado sospechosos y que, según él, no vestían como gente humilde. Él era un chico de campo, se supone que sabía cómo era la gente trabajadora. No le cuadró la apariencia limpia ni tampoco sus zapatos lustrados. Obviamente lo tildaron de paranoico, ya que Breda habló con las personas y se habían expresado de lo más normal. Fué entonces mirado en menos, otra vez, y éso le colmó la paciencia he hizo que los tildara a todos de unos falsos compañeros y que era un millón de veces mejor trabajar solo.

   El Coronel lo reprendió, la Teniente intentó hacerle entrar en razón y Havoc, Havoc simplemente se mantuvo al margen pues ya había tenido un par de encuentros con ese pequeño rabioso en el pasado y recordaba perfectamente un par de pateaduras.

   Mustang luego se arrepintió de todo ya que el mocoso tenía razón.

   Después que se fuera solo y a escondidas a desbaratar la famosa molinera, todos se dieron cuenta que las bodegas no guardaban solo trigo. Habían armas bastante ocultas entre los sacos de harina y trigo.

   Un error.

   Los hombres fueron buenos haciéndo que varios tanques de agua estallaran , justo sobre sus cabezas. ¿La consecuencia? Un Alquimista de la Llama inutilizado, por lo menos el tiempo que le llevó cambiar sus guantes. Pero fué lo suficiente para que el niño saliera lastimado por transmutar en medio del caos unos pilares y paredes para proteger a sus "compañeros". Así que después de repeler varios cientos de disparos y ver que el Alquimista de Acero se le rompía  un poco la placa de su brazo mecánico, ahora estaban persiguiendo , y siendo perseguidos a su vez, a un grupo de traficantes hacia otro molino, más grandes que el anterior, junto a un aserradero en medio de un predio bastante amplio.

   Ahora.

   Mustang sentía balas pasar muy cerca y se giró para enfocar rápidamente y enviar una llamarada más allá de donde Hawkeye y Havoc se hayaban escondidos. Pudo ver a Breda más cerca de él de lo que esperaba. De pronto una pared de un poco más de un metro tapó al hombre y él giró para ver correr y desaparecer al pequeño niño dentro de las instalaciones. Lo siguió, dejándo a Breda y sus otros dos subalternos a cargo de los que los seguían.

   Al momento de entrar vió unas escaleras que subían en forma de espiral. Algo rojo a su izquierda.

   Edward vió a los hombres subir y se detuvo, evaluando la situación, hasta que escuchó la orden del Coronel.

   - ¡ Sube , Acero !

   Comenzó a correr pero sentía cómo sus pulmones ya no le daban más, venía corriendo hacía casi media hora y transmutando en medio.

   - ¡ Sigue subiendo !

   Escuchó los gritos del hombre y realmente comenzó a odiarlo ¿Por qué debía subir?, ¿lo estaba siguiendo a caso? Por el rabillo del ojo vió algo que no le gustó.

   - ¡Maldito Coronel!, ¡ es una caldera !

   El pequeño que iba a unos 3 pisos más arriba le gritaba.

El niño Alquimista de Acero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora