Capítulo 45

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Meses después.


«Una Jasha de apenas cinco años corrió por los jardines de sus abuelos Christopher y Karla. Sus padres se encontraban trabajando en un proyecto, por lo que pidió ir a visitar a su abuela lo antes posible para hablarle y conocer más su casa. Para su buena suerte, ahí se encontraba Kiral, su tío favorito y el que tenía más dinero de todos. Sabía que tenía lazos con personas malas, pero mientras tuviera dinero, le daba todo lo mismo.

Su abuelo Cristopher le pasó todo a su hijo Kiral, así que también era un hombre malvado.

— ¡Abuelos! —Jasha siguió corriendo hacia ellos—. ¡Llegué! —rio abrazando las piernas de su bisabuelo Cristopher—. El amor de sus vidas, la dueña de todo su dinero —rio—. Mi hermano puede heredar sus deudas, no me importa.

— Sí, es bisnieta de Chris, nieta de Volkan e hija de Jedward —Karla se acercó a ellos—. ¿A qué has venido?

— Pues a ver si no se han muerto, andan muy miserables en estos días —Jasha miró a ambos ancianos—. Leí que es poco probable conocer a los bisabuelos, pero ustedes tienen como mil vidas —los escaneó de arriba hacia abajo—. ¿A qué hora se mueren y me dejan su dinero?

— Estoy por pensar que esa niña es la hija del diablo —Kiral jaló de la oreja a la pequeña cosita—. Ahora entiendo por qué estás aquí... ni tus papás te quieren.

— Pues tienen que quererme, porque nací por un milagro divino —Jasha golpeó la mano de su tío, el cual enarcó una ceja mirándola—. No me mires así, tienes que darme dinero también porque eres mi tío favorito —hizo un pico hacia Kiral—. Sin embargo, no vine a hablar contigo, sino con mi abuela.

— Ni que me interesara saber qué maldades tienes en tu cuerpo —su tío hizo una mueca de asco—. Tuve que vivir más de quince años aguantando a tu padre, no quiero ni saber de ti.

— Pero si mi mamá es tu sobrina favorita...

— Tu madre, no tú.

— Maldito viejo desgraciado...

— Canım, ven con tu abuela —Karla le tapó la boca a Jasha, llevándosela lejos de esos dos.

La niña pudo sacar su inteligencia por su síndrome del sabio, pero esas palabras tan sueltas, el temperamento y el amor al dinero era más de su abuelo Cristopher, mismo que se divertía con Jasha y su amor al dinero. Tuvo que darle un manotazo en la mano cuando le levantó el dedo del corazón a su tío, tal y como hacía ella cuando estaba enojada con su esposo.

Apenas tenía cinco, casi seis años y esa niña era una bomba atómica en formación de mafiosa.

— Esa es la casa que el abuelo mandó a hacer para mi papá —Jasha fue hacia la casita de juguete—. Sigue como nueva...

— Es por si en algún momento mis nietos quieren venir a jugar —confesó la anciana, y ladeó la cabeza mirando a la pequeña—. ¿De qué quieres hablar conmigo?

— Me gusta alguien —Jasha sonrió tímidamente—, pero él me odia, aun así, no me importa. Lo quiero para mí.

— Wow —Karla estaba sorprendida—. Eso que me acabas de decir fue algo...

— Tiene dieciocho, trabaja con mis papás —continuó hablando—. Mi mamá le dará una beca, para que estudie lo mismo que ella y mi papá otra, pero fue porque se lo pedí para mi futuro esposo —entrelazó sus dedos—. Tienes mucho dinero, ayúdame a comprármelo, prometo que lo voy a mantener.

Esposo compradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora