Su objetivo siempre fue ese hombre, nunca se había enamorado tanto al punto de hacer lo necesario para tenerlo y no le importaba nada... si tenía que comprarlo, lo haría y si tenía que jugar sucio, también lo haría.
Ella tiene un dicho: Lo que quier...
Nadja es una monja que llegó al convento luego de que sus padres murieran. Ella tiene el cabello mitad blanco y mitad superrojo, por lo que en ese pueblo creen que ella es el diablo y la hacen usar siempre un velo, ya que nadie ahí tiene el cabello como ella.
Sin embargo, eso no detuvo al supuesto padre para hacer con Nadja lo que sus pensamientos pecaminosos quisieran. Hasta que un día, hubo un error y la echó de su lado, solo usándola cuando su deseo así lo requería.
Ella no conoce nada más que esas montañas, ese pueblo abandonado por la civilización era su refugio y de sus pequeños secretos, aun así, llegó ese ser para acabar con todo a su paso.
Jadiel siempre fue callado, peligroso y letal. Un ser que nadie se imaginó que sería tan audaz para reclamar un trono que no le pertenecía. Podía ser un buen sujeto en la sociedad y en los negocios, pero su pasado y presente eran la muestra clara de que su silencio era más letal que sus palabras.
Él no olvida, menos a un traidor. Sin embargo, las deudas se pagan y más aún cuando llega a ese pueblo abandonado por Dios y se encuentra algo más que un traidor que se hace pasar un padre y a una mujer despreciada por todos y que está dispuesta a sacrificar todo por esconder su secreto.
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