¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me observé en el espejo admirandome por primera vez en muchos años,no recordaba la última vez que use un vestido así, nisiquiera cuando David se dignaba a invitarme a salir,sus planes no ameritaban que me ponga tal vestido.
—Me veo...—no termine la frase.
—Te vez hermosa, Rose —sonrie hacia Annie,siempre me causaba ternura sus grandes y expresivos ojos que ahora me miraban con admiración.
—¿Crees que es mucho?Capaz y no me lleva a un lugar elegante—contemple nerviosa
—¿Hablamos del mismo hombre mafioso?Vamos Rose ,sería un desperdicio que tuviera tanto dinero y no te invitará a un lugar elegante.
Seguí observandome en el espejo,Annie estando detras mío me coloco un collar hermoso de perlas que contrastaba perfecto con todo.
—¿A qué hora dijo que llegaba?
—9:30.
—¡Por dios,faltan 20 minutos!—me gire asustada.
—Mierda,no se por que estoy tan nerviosa—Hable ansiosa bajando las escaleras —
—Por que estás enamorada, Rose.
La mire con horror¿Enamorada?no,claro que no.
Aunque.....me gustaban sus ojos,su olor era fascinante y las pocas veces que había estado con el y en una de esas me estaba apuntando con un arma,en su presencia persibia calma y tranquilidad.
¡Pero no estaba enamorada de el!
—La comida chatarra te está afectando —bromee nerviosa
—Rose,porfavor en la cafetería ambos parecían querer comerse.
—Es una gran diferencia a estar enamorados.
Resopló y nego con diversión ante mi negación.
—Veras que tengo razón.
Sonrió con suficiencia,sonó el timbre,la mire nerviosa y ella divertida fue a abrir.
—Si le haces algo,no me importa que me envíes a tus matones de dos metros, encontrare la forma de asesinarte.
El la miró desde arriba con una ceja alzada y una sonrisa ladeada antes de asentir.
Me acerque a la puerta quitando a Annie quien me guiño un ojo y alzó los dos pulgares.
Sentí su dominante mirada recorriendo mi cuerpo lentamente hasta llegar a mi rostro donde pareció apreciar cada parte de mi,me sentía sofocada, aunque me encantará la atención supongo que después de tanto tiempo en un matrimonio miserable ya no estaba acostumbrada a ella.
El estaba vestido de negro,su camisa se ajustaba perfectamente a sus brazos entrenados dándome una linda vista.