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VALERIA POV'S

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VALERIA POV'S

Neus se estaba quejando de lo mucho que odiaba a Diego, no le había caído muy bien la noticia a mi novio.

—¡Pero quién se cree! —Neus daba vueltas por toda su habitación—.

—Tampoco ha sido para tanto.

—¿¡Que no!?, Valeria es un inmaduro de mierda, ¿cómo se atreve a decirte que no vayas? que si te ibas te dejaría —Neus toma mis hombros y me mueve— ¡Es un gilipollas de cuidado! 

Sí, había sido un completo gilipollas pero le quería mucho y por más que me dijera cosas mi corazón siempre ganaba diciendo que no pasaba nada.

—Dejemos el tema de Diego, por favor —le pido a Neus la cuál asiente y me suelta los hombros—.

—He encontrado varios sitios en Donosti, echa un ojo haber que te parecen—me da su portátil mientras se sienta a mi lado—.

La verdad es que había encontrado casas y pisos muy bonitos y habían algunos que estaban bien de precio.

—Mira, ese es un bajo, tiene jardín —Neus señala un piso así que hago click, estaba bien de precio y era bonito—.

—Es bonito —digo pasando las fotos del piso—.

—¿Miramos más opciones?

Asiento y miramos lo otro que había encontrado, habían también otras cosas que estaban bastante bien.

[...]

Ya habíamos terminado de mirarlo todo, lo que más nos había convencido era el bajo así que se lo pasé a mis padres lo cuál me dijeron que estaba muy bien y que ellos contactarían.

Respecto a mis padres, mi madre es médico y mi padre abogado, así que se podría decir que tenían bastante dinero y al ser hija única supongo que no les importaría ayudarme a pagar el piso.

—Por cierto, te quería dar una cosa —Neus dice mientras va hacia su armario para luego sacar una bolsa de color azul— Así no se me olvida dártelo.

Me extiende la bolsa, dudo un poco en cogerla pero lo hago mirando el interior de esta, había una camiseta, al sacarla veo la camiseta de La Real Sociedad, no llevaba dorsal y la verdad es que lo agradecía.

—Neus, no tenías porqué —digo abrazando a mi mejor amiga—.

—Bueno, así te acordarás de mí —nos separamos y beso su mejilla— Iré a verte cuando pueda.

—Yo también iré a verte, si juegan contra el Valencia no dudaré en hacer que tengas una entrada.

Ella sonríe y besa mi frente, de las dos yo era la bajita, ella media 1'64 mientras yo media 1'57.

—Hablale a Zubimendi de mí, por favor.

—Tu esperate a que llegue a San Sebastián y ya veremos.

—Oh vamos, no seas mala y cuando seáis amigos hablale de mí.

Niego riendo, esta chica era un caso perdido, estaba loquita por Zubimendi y ni disimulaba.

—Creo que me iré el domingo, así voy más tranquila —hablo mientras guardo la camiseta en la bolsa—.

—No sabes lo mucho que te voy a echar de menos, así que ya puedes avisarme cuando te vayas al aeropuerto eh.

—No podría no avisarte —me levanto de la cama y Neus me imita—.

—¿Te vas ya a casa? 

—Si y así voy adelantando con las maletas o luego me dará pereza —salimos de la habitación y me acompaña hasta la puerta—.

Nos despedimos y emprendo camino a casa, por suerte no vivíamos lejos y no tuve que caminar mucho.

Al llegar lo primero que hice fue ponerme el pijama, saqué la camiseta de La Real y la dejé encima de la cama.

Mi vida ahora iba a estar en el país vasco, madre mía.

¿Quién lo diría?

Yo no, eso estaba claro. 

ℳ𝓞𝓝 𝓐ℳ𝓞𝓤ℛ || robin le normandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora