ℳ𝓞𝓝 𝓐ℳ𝓞𝓤ℛ || robin le normand

03

VALERIA POV'S

Diego pasó a recogerme con el coche así que bajé y me encontré su coche frente a casa, avancé y cuando estuve entré en el coche recibiendo una sonrisa de mi novio.

—Que guapa —sentí sus labios en mi mejilla y sonreí—.

—Gracias guapo.

Y con esas palabras arrancó el coche yendo hacia a un descampado en el que se podía ver un muy buen atardecer.

Al llegar bajamos del coche y nos sentamos en el capó de este, el atardecer empezaba a salir y parecía que iba a ser muy bonito.

—Amor —Diego gira su cabeza mirándome así que tomo palabra— ¿Ibas enserio cuando dijiste que si me iba me dejabas?

Ladeó su cabeza y puso una cara de ¿pena?

—Oh claro que no Vale, no lo decía enserio ya sabes estaba enfadado y lo dije.

—Ah vale, bueno, eh me —hice una pausa suspirando, me estaba costando decirlo— Me voy a ir a San Sebastián, es el trabajo de mis sueños y los sabes Diego.

—Pero y nosotros qué ¿eh?

—Podríamos mantener lo nuestro a distancia, podría funcionar y cuando tengamos libre podemos visitarnos el uno al otro —cogí sus manos y miré sus ojos, solo deseaba que aceptara—.

Cerró sus ojos por unos segundos y asintió mientras los abría.

—Si, si eso es lo que quieres entonces lo haremos. ¿Cuando te vas?

—El domingo, es lo más tranquilo y así tendré tiempo para instalarme.

—Pues ahí estaré.

Al menos no se lo había tomado mal ahora, eso me alegraba.

Diego es el típico egocéntrico que solo piensa en él mismo, pero es bueno cuando lo conoces, aunque yo te diría que es algo ¿psicópata? y algo posesivo.

Ah joder, realmente no sabría describirlo bien.

Estuvimos un rato ahí hasta que Diego me dijo que nos teníamos que ir porque mañana trabajaba, mañana sería viernes así que quedarían tres días para irme, depende cómo lo veas.

Al llegar a casa me senté con mis padres en el sofá y nos pusimos Grease, nuestra película favorita.

—Que guapo es —mi madre y yo dijimos al unísmo cuando apareció el protagonista—.

—Yo soy más guapo —papa dijo con un toque de celos en su voz que me provocó una risilla—.

—Anda papá, no te pongas celoso.

Me lanzó una mala mirada para luego volver a ver la película, me encantaban estos momentos de los tres juntos, de verdad.

Estuvimos ahí hasta que la peli terminó así que cuando acabo mi padre se fue a hacer la cena, hacía unas comidas riquísimas.

—Cariño, si tienes algún ligue dímelo  y si tienes algún problema cuenta con nosotros.

—Gracias, pero estoy con Diego así que no habrá ningún ligue.

—Bueno vale, vale.

[...]

Sábado por la noche, hoy era la última noche que pasaría aquí.

Papá se había encargado de hacer para comer una paella cómo Dios manda y para cenar había echo un puchero que se había llevado mis dieces.

Me metí a la cama y achuche el oso de peluche que me encantaba de pequeña, les había pedido a mis padres que cuando me fuera dejaran todo tal cuál estaba por si venía de visita y así lo veía todo cómo siempre.