Sobrevivir Como Plagiario En Otro Mundo

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< Capítulo 39: Padre Brown - 1 >

La serie del Padre Brown es una composición bastante única entre las novelas de misterio.

Mientras que la mayoría de las novelas de misterio son juegos de ingenio y rompecabezas compuestos de "trucos" y "giros", la serie del Padre Brown es una novela de tipo "perfil" que profundiza en la psicología de los criminales.

Esto se debe a la peculiar ambientación del protagonista, el Padre Brown.

"Sr. Homer, ¿ha pertenecido alguna vez al clero?".

"No."

"Ah, ya veo. Disculpe la extraña pregunta. Es que me identifico mucho con los sentimientos del cura de esta novela del padre Brown. Parece un clérigo muy devoto".

Como puede deducirse del título, la serie del Padre Brown tiene como protagonista a un sacerdote.

En consecuencia, el proceso de su investigación era algo diferente al de las típicas novelas policíacas.

El padre Brown, que escuchaba regularmente las "confesiones" de los pecadores, conocía bien la psicología y los métodos de los criminales.

Comprendía los cambios mentales a los que se sometían para cometer crímenes y sus posteriores arrepentimientos, y percibía las cicatrices en sus corazones.

Basándose en esta "comprensión", rastreaba la "psicología" del criminal para deducir la verdad.

De ahí que la "lógica" que se destaca en las novelas policíacas en general no fuera tan importante aquí. Al cardenal Garnier le parecieron apropiadas las acciones del padre Brown.

"Por supuesto, hay partes sobre las que me resulta difícil, como cardenal, hablar sin cautela─ pero si nuestros amigos 'protestantes' leyeran esta historia, seguramente la disfrutarían. Son tan tolerantes y generosos como este padre Brown".

"¿Protestantes... quieres decir?".

"Sí. Los Caballeros de la Iglesia, bajo el control directo de la Santa Sede, que se esfuerzan por difundir el Evangelio, apartándose de las doctrinas tradicionales."

"¿Existe un grupo así?"

"Fue establecido recientemente. Esto también es gracias al Venerable Homero".

"¿En serio?"

El cardenal explicó detalladamente cómo se formó el grupo "protestante".

Como resultado, me quedé ligeramente estupefacto. Nunca imaginé que la reunión de entonces desembocaría en una reforma religiosa interna.

El cardenal Garnier continuó como si no se tratara de un hecho insólito.

"El Salvador nos dijo que aquellos a quienes debemos llegar no son santos, sino pecadores. Los que están perdidos y errantes son los que verdaderamente necesitan el Evangelio. Sin embargo, si nuestros ojos doctrinales y llenos de prejuicios no pueden llegar a sus almas, ¿cómo podremos curarlas? Un médico que no escucha la historia del paciente no puede tratar la enfermedad. Por eso hubo que crear el grupo protestante".

"Ah...."

Fue un poco sorprendente escuchar a un cardenal de la iglesia admitir estar "atrapado por la doctrina y los prejuicios".

Esto era en definitiva una admisión de que la doctrina no era perfecta. Tal vez, desde que Dios existía en este mundo, había un poco más de tolerancia para determinadas doctrinas y metodologías.

"Este 'Padre Brown' también parece ser un sacerdote de naturaleza tan tolerante. No parece encajar con un viejo sacerdote como yo, que divide todo en blanco y negro..."