< Capítulo 49: Principia - 1 >
El desarrollo tecnológico de este mundo era sumamente peculiar.
Al menos, desde mi perspectiva de alguien que había vivido en la Tierra en una vida pasada, así me lo parecía. Especialmente la tecnología relacionada con los "medios de transporte".
A pesar de la presencia de fábricas e imprentas, lo que indicaba que no carecían de proezas tecnológicas, apenas había nada que pudiera llamarse "transporte moderno", aparte de los trenes transcontinentales que atravesaban el Imperio y los países vecinos.
No había dirigibles ni submarinos. Aunque tal tecnología no existiera, habría sido una cosa, pero su mera existencia era bastante conocida. No obstante, la nobleza seguía viajando en carruajes en lugar de en automóviles, y no había noticias de que se utilizaran aviones o submarinos como "medios de transporte".
Por lo tanto, había habido algunos puntos que me habían parecido bastante desconcertantes hasta ahora─.
"Vaya, eso es aterrador".
"Hoho, ¿es así...? Es una visión familiar para un mago...".
El misterio se resolvió por completo cuando vi los numerosos aviones destrozados incrustados lastimosamente en el 'aeródromo de pruebas' propiedad de la Torre Mágica. Estaba claro que la percepción de 'aviones = muerte' se impondría.
"¿Son prototipos inacabados hechos con fines experimentales?".
"Nooo... son todos productos terminados... con unos pocos que estadísticamente han demostrado ser 'capaces de volar' un par de veces...".
"¿Entonces por qué están todos en ese estado?"
"Cuestiones de probabilidad..."
"¿Perdón?"
La maga explicó amablemente cuál era el problema, intercalando sus autoelogios e historias del pasado, lo que le llevó unos 30 minutos.
Los "estudios mágicos" de este mundo me resultaban ciertamente difíciles de comprender─.
Pero pude entender un fragmento. Para resumir brevemente lo que entendí:
"¿No se pueden crear máquinas demasiado complejas?".
"¿No es que no podamos hacerlas... es que se necesita muchísimo tiempo y presupuesto, eso es todo...?".
En este mundo, era imposible que las "máquinas complejas" funcionaran a largo plazo. Esto se debía a la existencia de la "magia", que jugaba con la "probabilidad" a su antojo.
Por ejemplo, habría varias probabilidades de que un objeto como un "avión" se estrellara.
Estructuralmente, podría no recibir suficiente sustentación, podría haber un problema en el motor que le impidiera generar empuje, o simplemente podría perder el equilibrio y caer en picado contra el suelo. Normalmente, estos problemas podrían evitarse mediante el mantenimiento.
Sin embargo, a medida que aumentaba la complejidad de la máquina, la "magia", de forma más sutil e impredecible, hacía que las probabilidades de que la máquina se averiara fueran "iguales".
Era como si se rechazara la propia "complejidad".
"Si reunimos suficientes datos para predecirlo todo, producimos aviones en masa para estandarizarlos... es posible... pero la historia de 'intentar volar y luego estrellarse' es demasiado profunda... es un reto asegurar esa clase de presupuesto..."
"Ya veo."
"Ser mago es todo un quebradero de cabeza, ¿sabes?..."
A diferencia de la relativamente sencilla imprenta, que contaba con una importante inversión presupuestaria para 'imprimir escrituras', el medio de transporte tenía demasiadas variables.
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Sobrevivir Como Plagiario En Otro Mundo
FantasyLa literatura de este otro mundo era atroz. Así que plagié. Don Quijote, Anna Karenina, Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, La metamorfosis... Pensé que desentrañando la literatura del mundo original avanzaría la literatura de este...