ALIADOS AL TIEMPO

CAPITULO 40 Lola?

Oscar asintió y me dio un sonrisa.

-¿Seguro que no quieres que me quede? Puedo llamar a Mónica, lo entenderá- preguntó Sofi y la jalé del brazo para abrazarla, la necesitaba, mucho, pero tenía que hacer esto solo.

-Seguro, te llamaré cuando la mujer se haya ido--dije y ella levantó la cabeza para darme un beso, le correspondí de inmediato.

-No lo necesitas, pero aún así, buena suerte -susurró antes de salir.

Fue bueno que solo me dieran diez minutos para ponerme nervioso. Pasados estos. tocaron la puerta:

-¿Gabriel ballesteros abril?-preguntó una mujer un poco mayor y Con una cara muy amable.

-Si, soy yo, es un placer-dije y le extendí la mano.

-El placer es mío-agregó la mujer estrechándomela, con una sonrisa--. Soy Molly Vázquez, la trabajadora social que solicitaron para su caso.

Sofia:

Situaciones desesperadas, requerían medidas desesperadas.

Cada vez faltaba menos para la competencia y Julieta había sido mi mayor desafío hasta y hora. Creía intuir cuál era su problema, pero ella no era tan transparente como Marcos, ni hacía confidencias como Michael, así que estaba dispuesta a abordarla después de clase. Oli yo corrimos para alcanzarla, pero detuvimos el paso cuando nos acercamos.

-Actúa normal -le susurré a oli.

Ella asintió con una sonrisa y sus ojos llenos de emoción.

-Hola, Oli-dijo Julieta al verla y después levantó la mirada- ¿Qué?- me preguntó. 

Con Julieta no servían los rodeos, había que ser directa.

-He llamado a tu madre y le he pedido que venga a buscarte dentro de una hora-le avisé.

-¿Y se puede saber por qué has hecho eso? -preguntó inmediatamente y frunció su ceño. Porque tengo que ir al gimnasio, no puedo llegar tarde, tengo todo mi día organizado.

-Tienes diez años-le recordé.

-¿Y?- preguntó, molesta-, Solo me quedan siete años para hacer que mis piernas sean fuertes si quiero ingresar a la Academia Rusa y...

-Julieta, faltar un día no va a poner en riesgo toda tu vida perfectamente planeada -comencé.

-Error--me interrumpió, eso es justo lo que va a hacer, ¿acaso no te has dado cuenta? Voy a llamar a mi madre-agregó y metió la mano en su bolsa para buscar su teléfono.

Y como ya había dicho antes: Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas.

Le arrebaté el móvil.

-Oye! iNo puedes...- y comenzó a saltar.

-Si no ganamos las Nacionales-levanté mi brazo para que no pudiera alcanzarlo. Oli soltó una risita-¿Cómo crees que se va a ver en tu expediente? 

Eso la detuvo.

-Ashhh! ¿Qué es lo que quieres ahora? -se cruzó de brazos- . Ya me obligaste a improvisar, a vendarme los ojos y cambiaste la música de mi solo.

-Creo que tu problema es..

-Yo no tengo ningún problema, soy perfecta -me interrumpió.

Solté un suspiro, necesitaba llenarme de paciencia.