CAPITULO 33 Olivia y su orfanato

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GABRIEL:

Vi como Mónica se llevaba a Oli hacia el Orfanato.

Vi como una mujer regordeta con una gran sonrisa abría la puerta y la recibía, la mujer y Mónica se quedaron hablando unos segundos hasta que la puerta se cerró y Olivia desapareció tras de ella.

-¿Olivia no tiene una familia?-pregunté con voz queda cuando Mónica volvió a subirse al auto.

-Lamentablemente no, no la tiene-- respondió.

-¿Por qué te llama abuela?-sabía que estaba siendo muy entrometido, que todo este asunto no me incumbía, pero no podia evitarlo, necesitaba saberlo.

Aunque no entendía muy bien por qué...

-Es una niña de tres de años que no entiende mucho sobre la vida, supongo que con el tiempo dejará de llamarme así.

-Desde hace cuánto la conoces?

-Desde hace un año.

Me había quedado sin habla.

Me sentía..

No sabía cómo me sentía, ni la razón por la cuál todo esto parecía afectarme tanto.

-¿Y por qué...?-me obligué a detenerme. Esta mujer era la jefa de Sofi y ella adoraba su trabajo, no podía estropeárselo. Aún así, Mónica comprendió la pregunta implícita.

-¿Por qué no la he adoptado? -completó y una ligera sonrisa apareció en su rostro, aunque, no llegó a sus ojos.

Solo pude asentir.

-¿Cuántos años crees que tengo, Gabito? -preguntó y dudé en responder–. No te preocupes, no voy a ofenderme por el número, no soy de ese tipo.

-Sesenta y...

-Tengo casi setenta y dos-aclaro. Y no pude evitar sorprenderme, no lo aparentaba. Mónica no lo aparentaba para nada–. Y puede que no lo parezca, pero mi interior está pudriéndose dio un suave golpe en el pie con el bastón–. Olivia es una adorable niña de tres años, muy despierta y con muchísimos sueños e ilusiones, se encariña con rapidez. ¿Tú crees que tengo el corazón para evitar que la adopte una familia joven?

No respondí.

-Si soy optimista, podría vivir hasta que Olivia cumpla diez, en el mejor de los casos, pero... ¿y luego qué? No tengo familia que pueda hacerse cargo de ella, estará sola en el mundo. No puedo hacerle eso a esa criatura.

Tragué saliva al darme cuenta de que Mónica tenía razón.

Olivia merecía una familia de verdad, una que estuviera hasta que ella fuera una adulta, que se hicieran cargo de su educación y de darle todo ese amor que ella se merecía. Merecía la mejor vida que pudiera obtener, porque Olivia era fácil de querer.

En poco tiempo Oli había conseguido que todas las personas de los negocios vecinos al Estudio la quisieran.

En poco tiempo había conseguido que yo la quisiera.










Sofi salió del Estudio con una pequeña sonrisa. Y me alegre por eso, porque estos últimos días no había hecho más que llorar y extrañar a su abuela.

ALIADOS AL TIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora