capitulo. 4. mudanza

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El viernes llegó en un parpadear de ojos, y cuando menos lo esperaba ya estaba en el aeropuerto despidiéndome de Marco y Eliana, mis mejores amigos de la infancia.

Marco: te voy a extrañar, El.

Dijo Marco acercándose a mí para abrazarme.

Eli: yo también, Mar.

Dije aceptando el abrazo.

En realidad, Marco es mi primer amor. Desde el día que lo conocí, se convirtió en mi amor platónico, pero nunca me atreví a declarar mis sentimientos por miedo al rechazo y al temor de que él se alejara de mí.

Eliana: El, te voy a extrañar mucho, mucho, mucho. ¿Ahora quién será la carismática del grupo? ¿Ahora quién pondrá en su lugar a las personas malas?

Dijo Eliana uniéndose a nuestro abrazo.

Eli: yo también.

Dije dejando caer una lágrima, la cual Marco limpió con su pulgar y dijo con serenidad.

Marco: El, no te preocupes. Nosotros iremos a visitarte, ¡lo prometo!

Su linda sonrisa se dibujó en su rostro y me llenó de ternura.

Eli: De verdad.

Marco: Sí.

Después de unos tres minutos, nos soltamos del abrazo. Después de platicar durante otros tres minutos, escuché una voz familiar decir mi nombre.

Harry: Elizabeth, ¿no te vas a despedir de papá?

Al escuchar la voz de mi padre, salí corriendo hacia su dirección y lo abracé.

Eli: Papá, te voy a extrañar mucho, de verdad.

Harry: Ay, mi niña, yo también. Ven a visitarme pronto.

Eli: Sí, lo juro.

Dije mientras mi padre me daba un beso en la frente.

Después de otros 10 minutos, llegó el momento de encaminarme hacia el avión.

Antes de subir al avión, miré a mi padre y amigos en la distancia y solo me despedí levantando la mano.

Después de que mi madre y yo nos sentamos en nuestros asientos en primera clase, ella me miró de manera preocupada y me dijo.

Margaret: ¿Estás bien, cariño?

Eli: Estoy bien, mamá. Estoy algo triste por dejar a Marco y a Eliana y, por supuesto, a papá, pero estoy emocionada de ir a un lugar nuevo.

Dije sonriendo con emoción.

Al ver mi expresión de una niña pequeña emocionada, mi madre dejó de preocuparse y su sonrisa se dibujó en su rostro.

Después de una hora de vuelo, mi cansancio se hizo evidente y me quedé dormida en el hombro de mi madre.

Crepúsculo × EliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora