capitulo. 42.1.

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Me despertó el sonido violento de la lluvia chocando contra el cristal de mi ventana.

Edward: Buenos días.

Dijo acostado al lado de mí.

Eli: Buenos días.

Dije bostezando.

Eli: Te quedaste toda la noche.

Dije abrazando a Edward en la cama.

Edward: Sí.

Dijo dejando un beso en mi frente.

Margaret: Ela, ya está el desayuno, yo ya me tengo que ir al hospital, recuerda comprar las cosas ya que Jacob vendrá y por último te quiero, cariño.

Gritó mi madre desde la planta baja.

Eli: Sí, mamá, yo también te quiero, y tranquila, yo me encargo.

Grité de regreso.

Margaret: Bueno, ya me voy.

Dijo mi madre saliendo de la casa y cerrando la puerta.

Edward: Hoy te llevaré a la escuela.

Dijo Edward estirándose en la cama.

Edward: Así que arréglate.

Dijo dándome un abrazo breve y levantándose de la cama.

Eli: Okey, nos vemos en 3 horas.

Dije con una sonrisa viendo cómo Edward se preparaba para irse.

Sin más, se acercó a la ventana, la abrió y salió.
Yo me levanté y cerré la ventana.
Al cerrarla, pude ver cómo Edward se adentró en el bosque y, sin más, lo perdí de vista.

Después de casi una hora y media en la habitación, decidí que era momento de arreglarme para la escuela.

Después de casi una hora, bajé a comer el desayuno que mi madre me había preparado.

Al terminar de comer, me lavé los dientes y me senté a ver la TV.

Después de un tiempo, escuché que llegó un auto y, sin más, agarré mis cosas y salí, ya que sabía que era Edward.

Edward: Te ves hermosa.

Dijo abriéndome la puerta del copiloto de su auto.

Eli: Todos los días.

Dije riendo.

Después de 20 minutos de camino, llegamos a la escuela. Al entrar al estacionamiento, pude notar que ya había gente y eso me puso nerviosa.

Eli: Edward, ¿por qué no me dejaste una cuadra antes?

Dije nerviosa viendo a toda la gente que miraba el carro.

Edward: Tú tranquila, todo estará bien.

Dijo poniendo su mano en mi pierna para tranquilizarme.
Yo solo dejé salir un suspiro de nerviosismo.
Edward manejó por todo el estacionamiento hasta llegar a su lugar donde se estacionaría.

Él se bajó y caminó con tranquilidad hasta el lado del copiloto y abrió la puerta, dejando que yo bajara.

Eli: ¿Estás seguro de que todo saldrá bien?

Dije aún estando dentro del auto.

Edward: Claro.

Dijo extendiendo su mano para ayudarme a salir.
Sin más, agarré su mano y salí de su auto.

Eli: Gracias.

Dije soltando su mano.
Él me miró con seriedad.

Edward: ¿Qué pasa?

Crepúsculo × EliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora