Capitulo . 33.

627 54 0
                                    

Esme: ¿Qué dices, te gusto?

Dijo con los ojos muy abiertos.

Eli: Me encantó.

Dije con una sonrisa.

Esme: Qué bueno, hace mucho que no cocinaba así.

Dijo emocionada.

Carlisle: Creo que deberíamos tomar aire fresco, dijo tomando a su esposa.

Carlisle: ¿Nos acompañan?

Dijo mirándonos a nosotros, a lo cual nosotros le respondimos que sí.

Al salir, el aire frío me pegó en la cara, lo cual hizo que mi estómago se revolviera y me dieran ganas de vomitar. Yo solo agarré la muñeca con mucha fuerza de Edward, lo cual llamó su atención.

Edward: ¿Qué pasa?

Dijo mirándome.

Eli: Baño, ahora.

Dije entrecortado mientras me tapaba la boca. Él solo me tomó en brazos y salió corriendo con mucha velocidad.
Como nosotros estábamos detrás de Rosalía, Emmett, Carlisle y Esme, no notaron que nos fuimos.

Después de casi medio segundo, llegué al baño. Edward me dejó y yo me puse en frente de él y empecé a vomitar sin más. Edward solo me miraba sin saber qué hacer.

Edward: ¿Estás bien?

Dijo preocupado.

Eli: Sí, estoy...

Dije sin terminar la frase y volví a vomitar. Él se acercó a mí, me tomó del pelo y me empezó a sobar la espalda.

Edward: No debiste comer de más.

Mientras me sostenía el pelo.

Eli: Y qué más da.

Dije cerrando los ojos llenos de lágrimas y con la acidez que dejó el vómito.

Eli: Mi madre casi siempre trae comida de la calle y casi nunca cocina.

Dije sin más.

Edward: Pero no debiste comer de más, mira cómo estás.

Dijo en modo serio.

Eli: No importa, y si Esme está feliz de que coma su comida, yo lo volvería a hacer.

No pude terminar la frase porque volví a vomitar.

Después de estar en el baño por 10 minutos, me sentía sin fuerzas, solo quería dormir. Mi garganta y mi nariz me dolían como el infierno, mis ojos estaban tan irritados que caían lágrimas y no tenía la fuerza suficiente para levantarme.

Edward: Espera un momento.

Dijo saliendo del baño.
Yo, con las pocas fuerzas que tenía, pude bajar la palanca del baño y cerrar la tapa, y sin más, puse mis manos en la tapa y recargué mi cabeza. Edward volvió con un cepillo de dientes, una pasta de dientes nueva y también con enjuague bucal.

Edward: Creí que sería útil.

Dijo mirándome.

Eli: Gracias.

Dije levantando mi cabeza. Intenté levantarme, pero no tenía nada de fuerzas.

Edward: Déjame ayudarte.

Dijo levantándome como si fuera una pluma.

Eli: Gracias.

Después de que Edward me ayudara a asearme, salimos del baño, yo todavía en sus brazos.

Edward: Te llevaré a una habitación para que descanses.

Dijo caminando hacia las escaleras.

Eli: No, no, no.

Dije alejándome de su pecho firme.

Eli: Yo puedo seguir con el recorrido.

Dije mirándolo.

Edward: No estás algo desquiciada, vamos, te llevaré a que descanses.

Dijo sin más. Yo volví a poner mi cabeza en su pecho sin poner resistencia.

Eli: Lo siento.

Dije culpable.

Edward: No tienes por qué disculparte.

Crepúsculo × EliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora