capitulo. 9

959 64 1
                                    

Enfermera: pero señor, dijo la enfermera para defenderse.

Edgar: ¿Cómo te atreves, Franchesca, a gritarle? Esta jovencita solo me ayudó,

dijo el señor Edgar levantando la voz, lo cual hizo a la enfermera estremecerse.

Eli: No, señor Edgar, está bien. Fui maleducada. Pido disculpas por ser una grosera.

Dije mirando a la enfermera, la cual solo me miró por un segundo y volvió a mirar a aquel hombre con temor.

Edgar: Señorita Elizabeth, pero qué educada eres. No tienes por qué disculparte, todo está bien,

dijo el señor Edgar fulminando con la mirada a la enfermera.

Eli: Bueno, señor, me retiro. Que tenga un lindo día,

le dije mirándolo con una sonrisa, a lo cual el señor Edgar me devolvió la sonrisa.

Edgar: Igual que usted, señorita Elisabeth.

Dicho esto, salí del consultorio dando saltitos de felicidad. Cuando iba en dirección a mi madre, pude notar a un hombre hablando con ella.

Hombre: Qué bueno que se decidió venir aquí, ya que nos hacen falta muchas manos.

Margaret: No es nada, además necesitaba nuevos aires.

Cuando me acerqué, me paré al lado de mi madre.

Margaret: Mira, cariño, te presento al Doctor Cullen,

dijo mi madre de forma dulce.

Eli: Hola, Doctor Cullen, me presento. Mi nombre es Elizabeth, un gusto.

Doctor Cullen: Un gusto, Elizabeth, y no me llames doctor Cullen, llámame Carlisle. El gusto es mío,

dijo aquel doctor con una sonrisa.

Carlisle: Bueno, les enseño el lugar,

dijo el doctor con una sonrisa en su rostro y señalando con su mano la dirección a la que iríamos.

~El físico del doctor Carlisle Cullen es extremadamente atractivo, con una apariencia juvenil y perfecta, con su piel tan pálida, su cabello rubio dorado peinado hacia atrás y con ojos rojos que claramente parecen lentillas. Es alto, delgado, de verdad parece un súper modelo.~

Me dije a mí misma, viendo la apariencia del doctor. Después de una hora y 35 minutos, decidí ir a visitar las tiendas cercanas.

Eli: Un gusto en conocerlo, señor Carlisle Cullen.

Carlisle: El gusto es mío y por favor, deja de llamarme señor, solo dime Carlisle.

Elis: Bueno, Carlisle, luego nos vemos, dije y salí del hospital.

Después de unos 10 minutos caminando, encontré una tienda de libros que me llamó la atención y decidí entrar.

Al entrar, una señora de aspecto cansado me recibió y me dijo que cualquier cosa le hablara. Después de unos minutos caminando por la tienda, tomé un libro que me llamó la atención, el cual llevaba por nombre "Historia Quileute".

Crepúsculo × EliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora