No se tiene que enterar

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Al día siguiente...

Kid

No pensó con claridad, se dejó llevar por sus hormonas en vez de pensar con la cabeza. Ayer dejó al peliazul por la puerta de atrás en donde lo recibió su hermana, ésta le miró muy extraño pero no dijo nada y solo se marchó en un raro silencio. Cuando llegó a su casa Katakuri le llamó para reclamarle la pendejada que hizo y él como buen mejor amigo le contó. Estaba jodido.

Llegó a su trabajo y siguió su rutina como si no hubiera pasado nada, además lo más seguro es que Niji ni siquiera se acordara de lo que sucedió cuando se quedaron solos.

Se encontraba arreglando uno de los hornos de la cocina antes de que llegaran los chefs a trabajar hasta que sintió una presencia lo miraba, lo cual era cierto porque se encontró con los radiantes zafiros de la noche anterior pero no eran del mismo dueño.

- Hey - era la hermana, no pudo devolverle la mirada, le pesaba la conciencia aunque en cierto modo agradecía que no fuera el peliazul - Tú tienes mucho que explicar

- ¿Qué tengo que explicar exactamente? - detuvo lo que estaba haciendo para al fin dirigir su mirada a la chica la cual lo miraba fijamente, esos ojos que compartían lo estaban incomodando

- ¿Quién era el chico de ayer? - ah, hablaba de Katakuri

- Es un pendejo que conozco desde los 10. Es un niño nacido en cuna de oro, como ustedes - explicó más a detalle y la pelirosa escapó un suspiro - ¿Llegaron bien con él?

- No te podría decir, tendrías que preguntarle a Ichiji.. - y como si lo hubieran invocado, apareció

- Que yo qué? - se paro al lado de su hermana dirigiendo su mirada entre él y ella

- Pues estaba a punto de decirle a Kid la manera en que te caiste con Yonji por las escaleras pero creo que lo puedes contar tu mismo - la mayor se encogió de hombros, el de cejas enroscadas se volvió un tomate y Kid dio una estruendosa carcajada, tanto así que se tuvo que recostar en el piso agarrandose el estómago

- ¡¿En serio?! JAJSJAJAJAJAJAJAJ - siguió riendose, algo que exasperó demasiado al otro pelirrojo

- Pues... - anoche fue muy extraño para él..

...

Ayer en la noche..

Ichiji

Aunque no fui a la fiesta me sentí bien estando en casa. Jugué poker con Zeff, vi varios programas de televisión en donde personas críticaban a otras personas solo por ser famosos, comió su cena y durmió. Todo bien hasta que en medio de la noche se despierta para tomar agua y recibe una llamada de un número desconocido, al principio dudó en responder ya que eran las 2:20am y era muy extraño que un desconocido llamara en plena madrugada pero al final respondió y tremenda sorpresa se dio .

- ¿Aló? ¿Quién habla?? - preguntó hacia el otro lado de la línea, hubo un silencio después de eso, seguramente era otro imbecil haciendo bromas a otros en la madrugada - Mira idiota, si estás bromeando conmigo juro que-

- Estoy en la puerta trasera con tus hermanos, abreme... - la gruesa y profunda voz retumbó en sus oidos, un escalofrío recorrió su espalda baja. Sin embargo estaba confundido ¿este tipo estaba con sus hermanos? ¿Por qué? - Soy amigo de Kid. - ok ya te tenia un poco de sentido

- E .. Está bien, ya bajo - y colgó, después de hablar con el desconocido se sintió nervioso, probablemente lo iban a atracar.

Bajó hasta la planta del restaurante y se dirigió a la puerte trasera, tomó una bocanada de aire antes de abrirla y lo primero que se encontró fue a Reiju saliendo de un coche y yendo hacia él.

Lo agarró por los hombros - No hay tiempo que explicar - le dio una señal a quien fuera que estuviera en el auto y poco después se abrieron las dos puertas traseras - Necesito que me ayudes a cargar con Yonji y Sanji, están muy mal.

Y la verdad si lo estaban, esos tarados no se podían ni parar. Tenía que acordarse de cobrarles el favor más tarde.

Cuando ya se aseguraron de que sus dos hermanos menores estuvieran adentro se dio cuenta que una gran sombra estaba detrás de él. Justo lo que faltaba, que lo secuestraran.

Se giró rápido hacia detrás suyo. Lo primero que vio fue un gran pecho cubierto con una camisa negra de vestir, levantó la mirada y encontró unos ojos carmesí que lo miraban con mucha atención, por alguna razón no pudo separar la mirada de esos ojos, estaba curioso. Entre la oscuridad de la noche pudo diferenciar algunas cosas, era alto ( suponía unos 2 metros ), una gran bufanda cubría la mitad de su rotros y pudo distinguir unas cicatrices que sobresalían de la bufanda, además de esos ojos color sangre que aún lo seguían mirando.

Se quedaron mirandose un buen rato, en silencio, más tarde un grito de Reiju llamandolo lo sacó de esa brubuja y sin tiempo de preguntarle su nombre al desconocido, se dio la vuelta dispuesto para ir adentro hasta que una mano en su muñeca lo detiene.

- ¿Disculpe? - se le hacía raro el agarre del tipo, su mano era grande

- Katakuri, Charlotte Katakuri - se presentó, un extraño brillo surgió en sus ojos - ¿tu eres?

- Creo que eso no debería importarle - se soltó rápido de su agarre

Corrió a la puerta y cerró, tal vez haya huido pero no le importaba, la presencia de ese tipo era intimidante y más en la manera en que lo miraba.

Agarró a Yonji que estaba en el piso y lo puso en su espalda, trató de cargarlo y cuando ya iba por media escalera se saltó un escalón y cayó de boca. En serio le dolió.

...

En la actualidad..

Ichiji permaneció en un total silencio, aún se preguntaba en porqué se precipitó ante ese tipo.

- ¿Ichi? - la voz de su hermano lo volvió a sacar, ahí se dio cuenta que los dos mayores lo seguían mirando con interrogación

- Eh, si. Fue amable, supongo.. - se rasco detras de la nuca, quería evitar seguir con ese tema. Menos mal que el imbecil de Niji venía bajando por las escaleras.

- Ey... - saludo sin ánimos, no tenía ganas de hablar con nadie - Rei ¿me haces un café? - se pasó la mano por el ojo espantando el sueño

- Yo también quería hablar contigo hoy - su hermana tan pronto el peliazul bajó, lo jaló del brazo y lo sentó una de las mesas a regaña dientes - Necesito que me expliques que hiciste ayer en la fiesta, te ves como si un zombie y un vampiro te hubieran engendrado. - puso cara se asco viendolo

Dirigió su vista por mera coincidencia al otro pelirrojo, Kid se encontraba con la mirada baja viendo el suelo además de que en su rostro apareció un pequeño sonrojo. Eso le pareció sospechoso, cayó en la conclusión de que algo pasó entre esos dos pero viendo la cara de su hermano parecía que no se acordaba de nada. Frunció el ceño y juzgó a Kid con la mirada.

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Mi gusto culposo es hacer la voz de Katakuri exitable

𝕄𝕚𝕜 🍔

Trabajo Familiar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora