Un pequeño accidente [Part.1]

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3 semanas. Transcurrieron 3 semanas desde su primer día de clases.

Ichiji ha utilizado todas las cartas inimaginables para llevarle la contraria a su "profesor favorito" y honestamente, no le ha ido tan mal. Katakuri tampoco se deja ganar, ha aceptado el reto impuesto por el ojiazul y ahora como el juego a comenzado va a ponersela ruda en su asignatura. Si sus demás estudiantes no lograban sacar buen promedio no le importaba, aunque el pelirrojo se las ingeniaba para tener la mejor nota de la clase. Ninguno deja a su brazo torcer.

Mientras a uno le hacen la vida imposible, a otros la vida les sonríe a la cara.

Sanji ha conseguido amigos que lo quieren, ayudan en sus problemas y le devuelven sus favores; en su clase se ha ganado el título de chef principal y todos sus compañeros lo admiran y se sienten atraídos por él, sobretodo cierta castaña de ojos almendrados que no encontraba la forma de declararse.
Reiju está a punto de convertirse en el papel principal en la danza que darán como exhibición al público para poner en renombre a la Universidad Marijois.
Yonji se volvió Offensive Tackle, se ganó el cariño del entrenador y tiene muchas admiradoras regadas por el campus.

Y luego esta la incómoda situación en el campo de Ingeniería, Niji ignora lo más que puede a cierto pelirrojo que dentro de unos semestres se gradúa, lo cual no es difícil ya que en pocos momentos pueden sus horarios coincidir.

Actualidad..
Baratie, 6:30pm, habitación de 1/3
Viernes

Habré la puerta un exasperado pelirrojo, su moño que en la mañana estaba perfectamente peinado ahora se encontraba hecho girones y algunos nudos, seguramente porque se había jalado el pelo. Se tumbó en su cama y ahogó un grito en su almohada, después se giró a su rubio hermano.

– ¡¡Odio a ese tipo!! Lo odio, lo odio, lo odio, LO ODIO – hizo un berrinche mientras pataleaba en su cama como loco, Sanji no le tomó interes y siguió leyendo el libro de recetas Australianas que le regaló Pudding después de clases ese día.

El actuar de su hermano le hizo darse cuenta de algunas cosas. Todos y él incluido, heredaron una pequeña característica de su madre, Sora.

Él heredó el aspecto y la radiante sonrisa [aunque sus otros hermanos no estan de acuerdo diciendo que tienen la misma sonrisa]
Reiju heredó el físico y la elegancia que la comparte con Ichiji. Yonji el... ¿Optimismo? Se podría decir que si. Niji el amor y fascinación excesiva por los dulces [sobretodo cualquier cosa que tenga chocolate] y luego esta Ichiji con el dramatismo. Aunque algo que los hacía muy parecidos a ella, además de esos radiantes luceros aue adornaban sus caras, era el hecho de ser chismosos. Eran muy chismosos. Recordó que cuando vivían en Francia, su madre escuchaba y contaba chismes con sus amigas del club del libro. Sus hermanos cuatrillizos y él se escondían detrás de la puerta a escucharlas chismorear mientras que Reiju los regañaba pero igual se quedaba con ellos a escuchar a las señoras. También recordó una vez que-

– ¡SANJI! – el grito de su hermano mayor le retumbó en el oido – ¡¿Acaso me estás escuchando?!?

– Que sí, pedazo de imbecil – le respondió de mala gana sobandose su oreja

– Tengo suficiente con que el idiota ese no me escuche para que ¡tú! Siendo mi propia sangre no me esté parando y ¿sabes que más? Estoy cansado de... – lo dejó de escuchar de nuevo, le importaba un pepino lo que sea que estuviera atormentado la cabeza del pelirojo.

Mientras que esa situación sucedía con 1 y 3. Afuera en la pequeña sala conectada con la cocina sucedía algo muy diferente. El abuelo Zeff se encontraba en uno de los desaliñados sillones color café, viendo la lista de ganancias que tuvieron ese mes hasta que escuchó como alguien tocaba el barandal de la escalera, al girarse notó como Kid esperaba de su atención lo cual no consiguió y solo se giró de nuevo hacia su postura inicial.

Trabajo Familiar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora