Problemas [Part. 3]

79 14 3
                                    

🔞

– Wow, esto es muy diferente a la primera vez que me quede solo contigo.

– ¿Qué? ¿A qué te refieres, cuándo nos quedamos solos? – dejó de recostar su cabeza y miró al otro.

– Pues estabas bastante borracho, es normal que no recuerdes mucho. Fue en la fiesta en el bar de Ivan.

– Oh... eso, no la verdad no recuerdo mucho de eso – se rascó la nuca, miró a otro lado con un sonrojo que comenzaba a florecer en su rostro, el otro lo vió sospechoso.

– ¿No será que me estas mintiendo y si recuerdas haberme atacado?

– ¡¿Atacado?! ¡Yo no te ataque!

– ¡Te me saltaste en cima! Me sentí violado.

– ¿Para ti cómo es atacar a una persona? – no lo había preguntado con segundas intenciones pero la rara sonrisa que le dió el mayor le hizo tener otra idea.

– ¿Quieres que te lo demuestre? – se posicionó en cima del otro mientras lo iba recostando sobre el capó.

– Quiero ver que lo intentes – lo retó y juntaron sus labios, un ritmo lento pero apasionado, disfrutando del contacto de la boca del otro.

Kid abrió las piernas del chico y se posicionó entre ellas, se comenzó a restregar contra él mientras que el contrario callaba sus pequeños jadeos en el apasionado beso, Niji chupó la lengua del ojinaranja y excavó en la cavidad bucal de éste, las manos de porcelana acariciaban y desordenaban el alborotado pelo rojizo, una mano exploradora bajó y apretó la ingle del mayor haciendo que sacara un gemido. 

– Eres un tramposo. – Kid lo miró con deseo y el otro le devolvió la mirada.

– Pero bien que te gusta caer en las trampas – el pelo celeste caía suavemente sobre su rostro, no tenía el gel que lo mantenía levantado como todos los días, pasó su mano por ese cabello, solo por experimentar se adentró en esa cabellera y al llegar a la nuca jaló, el menor soltó un gemido. 

– Vamos a ver que tantos de esos puedes hacer esta noche.

– ¿No habías dicho que tu madre te esperaba en casa?

– Mi hermana no se va hasta que yo llegue, esta vez me voy a arriesgar.

.

Kid

Se comenzaron a besar de nuevo pero esta vez más rudo, necesitado, pasó sus manos por cada rincón de ese cuerpo por arriba de la ropa y llegando a las caderas aprovechó de meter sus manos adentro de la playera y sentir la suave y caliente piel bajo suyo, al contrario le dió un espasmo. Levantó los pliegues de la prenda blanca de algodón y la sacó bruscamente dejando a la vista el pecho y el estómago plano del peliazul, siguió un camino de mordidas y lamidas desde el cuello hasta más abajo del ombligo.

Tiró de la tira y bajó los pantalones de pijama azules con dibujos de tiburones hasta más abajo de las rodillas, el bóxer gris del menor se encontraba muy apretado contra el excitado miembro, bajó la ropa interior y dejó libre al emocionado chico, soltó un jadeo.

– Kid... – fue un ruego silencioso y le encantó escucharlo.

Lo metió en su boca y Niji soltó un largo gemido, fue desde el falo hasta la glande, de arriba a bajo, con una mano apretó ligeramente las bolas y acarició con la lengua la punta, excavando en ella, las manos ajenas jalaban sus cabellos, los apretaban y soltaban en cada chupada que daba hasta que al fin el menor pudo dejar salir su orgasmo en su boca.

– Estabas emocionado ¿no, Niji?

Aún traía puesta la chaqueta, sin camisa, los pantalones abajo y con un miembro y piernas que temblan por su reciente descarga, lo miró con la cara roja, eso le pareció tierno.

Trabajo Familiar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora