Prólogo

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Amante del campo, amante de los caballos, amante a la equitación y amante a los caballos otra vez. Y sí, esa era Daniela Calle. Una mujer con una belleza de otro planeta, física y sobre todo interna. Deseada por muchos pero sin derecho a tenerla. O bueno, solo una persona la ha tenido hasta el momento pero no supo valorar lo que tenía.

—Pero miren quien viene ahí, mi único amor. Mi amorcito lindo —rodó los ojos —No me hagas esa cara que es la verdad.

—Bueno tienes razón —se sienta junto a ella —Tengo mucha sed.

—Te pedí esta limonada, estuviste increíble.

—¿Te parece?.

—Claro, Daniela eres la mejor jinete que he visto, esos son los frutos de todo el esfuerzo que haz hecho. Estoy muy orgullosa de ti.

—Gracias amiga, te amo.

—Lo vez, soy tu amorcito —Calle ríe ante las palabras de su mejor amiga Marcela.

—¿Crees que encuentre el verdadero amor Marce?.

—Hay mi amor, tienes una larga fila de pretendientes, solo es de escoger. El idiota de Antonio no supo valorarte pero alguien más si lo hará.

Antonio Uribe era el prometido de Daniela, sin embargo en la noche de despedida de soltero le fue infiel. Daniela lo encontró en la cama con otra y no lo perdonó.

—A veces pienso que nunca llegará esa persona.

—Mejor levanta ese trasero hermoso y vayamos a comer, tengo hambre.

—Que bonita forma de callarme.

Ambas ríen y se van.

Cuando la tarde de amigas termina Daniela llega a su casa. Una mansión digna de la familia Calle.

—Hola mi niña ¿Cómo te fue?.

—Bien nana, tuve un buen entrenamiento, estoy segura me irá super en la competencia.

—Me alegro mucho mi niña. Por cierto tu papá te está esperando en el jardín. Dijo que quería hablar contigo urgente —frunció su ceño.

—Que raro, normalmente  esta hora está jugando golf con sus amigos.

—También pensé lo mismo.

—Pero bueno hay que averiguar qué quiere ¿Mi mamá no está cierto?.

—Tu madre en la empresa.

—Como siempre —entró a la casa y fue en busca de su padre. Germán Calle.

Esta esperando en el jardín con un refresco y disfrutando del maravilloso clima que hacía.

—Hola pa' me dijo Loli que querías hablar conmigo.

—Si hija, ven siéntate —tomó su mano —¿Qué tal el entreno?.

—Bien, me fue muy bien la verdad.

—Me alegro. Estoy seguro serás la campeona.

—Ojalá que si.

—Y por eso te quiero dar una noticia.

—¿Cuál? —dijo curiosa.

—Irás a la hacienda Soto —Daniela sonrió de oreja a oreja.

—¿Hablas en serio?.

—Por supuesto, amas ese lugar así que puedes ir cuando quieras. Ya hablamos con Mafe para que te reciba.

—No he ido desde que se murió el tío Roberto.

Por Amarte a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora