Por Amarte a Ti

19. Capítulo

Daniela

Desayunamos en familia y pasamos el día en familia. Antonio me envió un mensaje para felicitarme pero hasta ahí.

—Hola amiga ¿Qué tal tu cumpleaños?.

—Maravilloso como siempre.

—Te veo diferente —entre cerró los ojos —¿Cogiste?.

—No sé de qué hablas —me di la vuelta —Y no empieces.

—Por fin te entregaste a Antonio, mira que sigo sin estar de acuerdo con eso... —se quedó callada.Vio hacia el jardín —¿Esa es Poché?.

Estaba jugando con Adri.

—Si —quise huír pero no lo permitió.

—¿Fue con ella verdad?

—Vamos a cocinar algo para el almuerzo.

—Daniela Calle ven para acá —me siguió a la cocina —Amiga te amo y todo pero con eso si no te voy a apoyar. Marica son hermanas ¿Qué les pasa?.

—Nos amamos Marce, eso pasa.

—Pero son hermanas, Calle no es una cosa sensilla.

Me senté y un remodimiento atravesó mi cabeza.

—Al menos se cuidaron verdad —la vi de inmediato cuando dijo eso —¡Ay no! Ustedes están locas. Mejor me voy.

—Marce espera —agarró su bolso y salió.

Mierda y ahora qué hacemos.

Salí al jardín. Poché jugaba con Adri asi que me quedé embobada viendolas. Pensar en que otro hijo suyo se esté formando en mi me hizo ilusión.

—Mami, ven a jugar con nosotros.

—Ya voy amor.

—¿Estás bien? —me susurró.

—Si —respondí con una sonrisa —Es el mejor cumpleaños.

—Aún falta —esta noche tenemos una cena familiar.

—Me encanta la idea.

Me dio un obsequio, que era una cadena con dije de un pequeño girasol.

Pasamos literal el día en familia, nosotras tres. Fue como siempre desde que llegó Adri de los mejores cumpleaños.

Por la noche Poché se tuvo que ir, asi que llevé a Adri a su habitación. Pero cuando estaba por irme a la mía el timbre de la casa se escuchó. Fui a ver la pantalla y era mi papá ¿Qué hacía aquí?

Bajé y fui abrir.

—Hola hija.

—¿Qué haces aquí? —pregunté de brazos cruzada.

—Necesito hablar contigo —entró rápidamente.

—Es muy noche, además tú y yo no tenemos nada de qué hablar.

—Te equivocas, hay mucho de que hablar.

—Regresa mañana entonces.

—No puedo esperar, tengo que hacerlo hoy. Quiero darte la verdad como regalo de cumpleaños.

—¿La verdad? No entiendo.

—Sé que me vas a odiar y con justa razón pero simplemente no puedo más. Tienes que saber que... Poché y tú no son hermanas —en cuanto dijo eso me paralicé.

¿Escuché bien? ¿Poché y yo no somos hermanas?.

—¿Qué dijiste?.

—Eso Dani, te mentí, les mentimos todo este tiempo. Ustedes no son hermanas.