Por Amarte a Ti

9. Capítulo

Poché

Cuando volví a la casa me acosté tranquila, pues había dicho lo que tanto deseaba.

Me dormí y al siguiente día me levanté con una gran sonrisa. Calle era mi novia, había hecho el amor con ella y le había dicho que la amaba.

—Buenos días —saludé a los trabajadores que estaban ahí.

—Buenos días, la señora Mafe te anda buscando. Dijo que te esperaba en el despacho.

—De acuerdo, gracias.

Fui a buscarla y efectivamente me estaba esperando.

—Buenos días, me informaron que quería verme.

—Así es, pasa por favor. Siéntate —lo hice y ella dejó lo que estaba haciendo —¿Cómo está tu papá?.

—Aún no lo puedo ver, solo llamo. Me dicen que está rebelde pero que es normal, estoy esperando para que me digan que ya puedo visitarlo.

—Entiendo, precisamente por eso quería hablar contigo.

—No entiendo.

—Quiero ayudarte, sé que no es fácil tenerlo internado,me refiero económicamente.

—Pues tengo unos ahorros ahí, así que no se preocupe.

—Pero quiero hacerlo, conozco a tu papá hace mucho tiempo y le tengo cariño, así que déjame hacerlo. Mira, te voy a dar la mitad de lo que pagas.

—De verdad no se moleste.

—Ya te dije que quiero hacerlo, asi que no quiero peros, toma —me entregó un cheque —Con eso podrás pagar mucho tiempo y ya luego vemos que pasa.

—Gracias señora Mafe, es usted un ángel.

—No agradezcas, así tiene que ser —no entendí su comentario pero no quise preguntar también.

—Si eso era todo me retiro.

—Hay algo más —asentí para que continuara —Quería pedirte que... no estés muy cerca de mi sobrina Daniela.

—No entiendo.

—Mira sé que suena mal pero no quiero que confundan una amistad con algo más.

—¿Le molestaría que ella se fijara en alguien como yo?.

—No Poché, no es eso, solo que... por favor hazme caso, no quiero problemas.

—No se preocupe —me puse de pie —Permiso.

Salí de ahí porque tampoco podía decirle que entre Calle y yo no hay nada, cuando la realidad es que si hay y mucho.

—Poché, una vaca está pariendo te necesitamos.

—Vamos.

Se hizo el proceso correspondiente y cuando terminé veo que Federico está ahí.

—¿Se le ofrece algo?.

—No, solo estoy viendo ¿Algún problema?.

—Si y uno muy grande. No soporto verlo aquí.

—Pues te aguantas, soy el NOVIO de Emi y por lo tantl futuro dueño de todo esto.

—Asi que eso es lo que busca, adueñarse de estas tierras. Ya decía yo que ocultaba algo.

—Te equivocas, Emi también me interesa, es una mujer hermosa, aunque pensándolo bien su prima también está muy buena —en cuanto dijo eso la sangre me hirvió.