3. Capítulo

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Daniela

Salí de la hacienda y sentí que me iban siguiendo. Volteo y es Poché. Aún estaba molesta por lo que pasó ayer y por eso no le he dirigido la palabra.

Seguí mi camino hasta que llegué al río, me bajé de Belina y me acerqué a la orilla.

—¿Qué quieres? —dije enfrentándola.

—Solo sigo órdenes, tu tía me pidió que te acompañara.

—Pues no necesito de tu compañía, ve y dile que estoy bien. Déjame sola.

—Escucha —se acercó —Sé que la regué y mucho, por eso... quiero pedirte perdón. No me gusta verte así conmigo, me lastima —hizo puchero lo cual me pareció la cosa mas tierna del mundo —Dani, por favor perdóname. Te lo pido.

—Me lastimaste, solo quería ayudarte.

—Lo sé, estaba muy enojada y me desquité contigo, además lo que dijiste... sobre Emi...

—Perdón por eso, no debí decirlo.

—No, tienes razón. La mujer imposible de la que te hablé es tu prima. Estoy enamorada de Emi desde que tengo memoria. Pero pues... ella nunca se fijaría en mi.

—Por supuesto que no. Pero no porque por lo que tú crees, sino que porque Emi es muy diferente a ti. Conozco a mi prima y sé lo caprichosa que es. Nada de lo que tú eres.

—Lo sé pero en el corazón no se manda y yo... amo a Emi —asentí y me acerqué.

—Te perdono.

—¿De verdad?.

—Si, te perdono —sentí sus brazos rodearme en un abrazo, lo cual me hizo sentir extraña.

—Gracias, prometo que no volveré a portarme como una idiota.

—Eso espero —dije y me dio un beso en la mejilla.

—Perdón, me ganó la emoción.

—No te preocupes —dije pero dentro de mi había un revoltijo de emociones —Ahora si no te molesta voy a nadar.

Sin importarme nada me saqué la ropa, quedando obviamente en traje de baño. Ella solo me observó y me lancé al agua.

—Está deli, ven acompáñame.

—Eee nno, no siento ganas.

—Tú te lo pierdes.


Poché

Me había quitado el peso de que Daniela estuviera enojada conmigo. Pero ahora estaba nerviosa. Verla quitarse la ropa y quedar en traje de baño me hizo tragar grueso. Tenía un cuerpo maravilloso. Me estaba invitando a entrar con ella, pero siento que no podría. Siento que mis hormonas me traicionarían.

—Yo,voy a... a darle un paseo a Zoé mientras terminas de bañarte. Sí, eso haré, ya regreso —prácticamente huí de ahí. Daniela era muy hermosa y yo andaba con las hormonas al mil así que no era buena idea estar con poca ropa junto a ella.

Me fui a dar un paseo con Zoé y Belina para distraerme pero cuando me di cuenta me había alejado mas de lo pensado.

—Joder —dije y volví de inmediato.

Cuando me iba acercando escuché los gritos de Calle, me asusté mucho y corrí a su encuentro.

—¿Qué pasa?.

—Poché —vino a mi encuentro y me abrazó.

—¿Estás bien? —la revisé y ella temblaba —¿Qué pasa?.

Por Amarte a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora