Mafe
Después de darle muchas vueltas al asunto por fin tomé una decisión.
Viajé a la cidad porque siento que debo hacerlo, me da pesar con Calle pero si no lo hago me arrepentiré toda la vida.
—Buenos días —saludé al entrar a la empresa.
—Buenos días señora Mafe, que sorpresa tenerla por aquí.
—Gracias. ¿Se encuentra Lorena?.
—Si, ya le comunico que usted está aquí.
—Gracias.
Ella tomó el teléfono para avisarle.
—Puede pasar.
Asentí y entré.
—Vaya, que sorpresa. No te esperaba.
—¿Cómo estás?.
—Bien, trabajando como siempre, siéntate ¿A qué debo tu visita?.
—Iré al grano. Estoy aquí por Calle.
—¿Qué pasa con ella?.
—Quiero mucho a mi sobrina, la quiero como una hija pero ella no puede seguir allá.
—¿Por qué?.
—Porque se está acercando mucho a María José Garzón —su rostro cambió por completo.
—Si te preocupa el que se pueda enamorar de ella estás equivocada.
—¿Por qué estás tan segura?.
—Porque conozco a mi hija. Su ex es un tipo muy diferente a María José, sus gustos no son esos te lo aseguro.
—No sé.
—No te preocupes, además ya solo faltan unos días para que ella regrese.
—¿Por qué la dejaron ir a la hacienda? ¿Qué esconden?.
—Nada, ella quería ir y punto.
Me le quedé viendo, la conozco y sé que oculta algo ¿Pero qué?.
Poché
Después de pasar todo un día con Calle nada podía borrarme esta felicidad.
—Te ves muy enamorada.
—Lo estoy amigo, Calle me hace muy feliz. La amo con toda el alma.
—Me alegra verte así, ustedes dos se ven muy lindas juntas.
—Gracias —lo vi y algo me decía que tiene problemas —¿Estás bien? ¿Te pasa algo?.
—Estoy bien.
—¿Seguro? Te conozco Teo —suspiró y se sentó.
—Tengo problemas con Tere.
—¿Me quieres contar? —asintió.
—Ella quiere más compromiso de mi parte. Es decir, matrimonio —lo vi soprendida.
—¿Se quiere casar contigo?.
—Sí, pero yo aún no. Para mi ya estoy muy comprometido con ella, pero parece que a ella no le basta.
—No sé qué decirte. Es su forma de pensar.
—Lo sé. Pero para mi no es necesario el matrimonio para demostrarle lo mucho que la amo. Poché yo amo a Tere con toda mi alma, la amo tanto que no es necesario un matrimonio para saber lo comprometido que estoy con ella.
—Eso se escuchó muy lindo —volteamos y era ella.
—Tere —corrió a los brazos de mi amigo y lo besó.
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Por Amarte a Ti
RastgeleA veces juegan con nuestras vidas las reglas de las personas que están en contra. Más cuando dos personas amándose con locura son obligadas a separarse. Sin embargo el destino ya está escrito y no importa nada más.