17. Capítulo

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Poché

Me levanté para ir a trabajar y cuando llegué Alejo me esperaba.

—¿Y? Cuéntame todo.

—Somos hermanas —dije y él me vio con la boca abierta.

—Eso quiere decir que...

—Si Alejo, Dani y yo somos hermanas y vamos a tener un hijo. Que por cierto agradecería que se quede aquí. No queremos que nuestro hijo se entere.

—No claro que no, sería traumatizante para él o ella. Pero además ustedes tampoco tienen la culpa, solo se enamoraron y ya.

—Esto será difícil Alejo, yo amo a esa mujer con toda el alma.

—Lo sé amiga, pero tendrás que ser fuerte.

Asentí, empezamos a trabajar y así pude olvidarme un poco de la situación.

Los días empezaron a pasar uno a uno. Lorena mi "madre" me buscó para entregarme los resultados que aunque supiera el resultado quise verlos porque en el fondo guarda la esperanza de que fuers un error.

Hablo con mi papá más seguido, él se disculpa a cada rato pero le digo que ya es pasado y que no me gusta hablar de eso. Calle siguió en la empresa y dejó la equitación por nuestro hijo, que por cierto ya se le empieza a notar la pancita.

La veo practicamente todas las noches, cuando salga del trabajo voy y en ocasiones me quedo con ella. En diferentes habitaciones por supuesto.

—¿Haz hablado con Alberto? —pregunté a Alejo, que desde hace unos días me contó que habían empezado a salir pero que ahora no sabe nada de él.

—No, tal vez ya se arrepintió de estar conmigo.

—Ten paciencia, es mucha presión para él, su familia es muy complicada.

—Eso me dijo, pero igual él tiene que tener el valor de enfrentarlos, no ahora pero espero que lo haga en un futuro, de lo contrario nunca será feliz.

—Tienes razón.

Estábamos cerrando cuando un auto se estacionó frente a nosotros.

—Buenas noches —saludó Vanesa.

—Buenas noches ¿Cloe está bien? —preguntó Alejo.

—Si, solo vine a invitarte a cenar —¿se dirigió a mi?.

—¿A mi? —pregunté confundida.

—Si, estoy celebrando algo importante y me gustaría que me acompañaras ¿Qué dices?.

—Pero, ni siquiera me he bañado, huelo a animales —dije la primera excusa que se me ocurrió.

—No te preocupes, te llevo a tu casa primero si quieres, además no es nada elegante o algo por el estilo.

—No sé...

—Le encantará ir —dijo Alejo y lo vi seria —Ve, te hará bien distraerte.

—¿Qué haces? —le susurré —Tengo que ir con Calle.

—Ella entenderá, además ella está bien, no es como que ya vaya a tener al bebé.

—¿Entonces? —preguntó ella.

—De acuerdo —fingí una sonrisa —Vamos.

Me subí al auto y me llevó a mi casa, era un apartamento pequeño pero cómodo. Ya no quise seguir viviendo con Alberto, los dos necesitábamos privacidad.

—Solo me doy un baño rápido.

—Tranquila ve —dejé mis cosas y me fui a la habitación.

Vanesa

Por Amarte a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora