CAPITULO 1

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Julio

NuNew nunca había deseado algo tan desesperadamente en su vida. Su objetivo estaba justo delante de él, y nada le impediría alcanzarlo.

—Ya quisieras, Perdpiriyawong —dijo una voz ronca detrás de él.

NuNew sintió que su pecho iba a explotar, pero resopló y se esforzó más, negándose a rendirse. El golpeteo de las zapatillas en el sendero y los latidos del corazón de NuNew casi ahogaron las risas a su espalda. NuNew trató de ignorarlo todo mientras se concentraba en la salida del sendero que tenía delante.

Zee llegó primero al final del sendero, con los brazos levantados en señal de victoria. Luego se desplomó en un parche de hierba al borde del pequeño aparcamiento.

NuNew se acercó a él a trompicones, jadeando y maldiciendo. Puso sus manos sobre sus rodillas mientras esperaba que su respiración dejara de ser dolorosa.

—Jóde...—resopló— te.

Zee se dejó caer sobre su espalda, temblando de risa. Se limpió la frente con la camisa húmeda que sostenía.

—Casi te dejo ganar.

—Mentiroso.

—La vista no estaba mal. Desde atrás. Casi merecía la pena quedarse allí. NuNew no sabía cómo su novio era capaz de hablar con frases completas.

—Cállate.

—Me gustan esos pantaloncitos.

NuNew se rió, pero sonó más como el resoplido de una máquina de vapor.

—Gracias.

Zee se levantó para apoyarse en sus codos. Cerró los ojos e inclinó la cabeza hacia atrás, haciéndola rodar suavemente de un lado a otro. Tenía el pelo empapado, los rizos pegados a la cara y al cuello, y el pecho le brillaba de sudor. El crucifijo que siempre llevaba al cuello descansaba sobre su hombro.

NuNew se arrodilló a su lado. — Odio que puedas correr más rápido que yo de esa manera. No tiene sentido.

—Como carbohidratos saludables.

—No comes nada.

—Tú fumas.

—Casi nunca.

—Anoche te fumaste un cigarrillo.

—¿Cómo lo sabes?

—Tengo una nariz.

Zee pellizcó suavemente la punta de la nariz de NuNew. —Una nariz muy bonita.

NuNew trató de fulminarlo con la mirada, pero no pudo conseguirlo. No cuando Zee le sonreía así. En su lugar, ajustó suavemente el crucifijo de Zee, moviéndolo para que descansara en medio de su pecho.

—Así que te gustan los pantalones cortos, ¿eh?

Eran un estilo más corto que los de baloncesto que solía llevar para hacer ejercicio. Algo nuevo que NuNew estaba probando. Su pelo estaba más largo de lo que había sido nunca. Se lo había dejado crecer durante los playoffs, y Zee había protestado cuando NuNew había sugerido que era hora de cortárselo. Sin embargo, dejó que NuNew se afeitara su terriblemente escasa y desigual barba de los playoffs.

Zee se acercó al dobladillo de una de las piernas de los pantalones cortos, donde se apretaba contra el muslo de NuNew.

—Creo que tu pene se rasgaría a través de estos si te pusieras duro.

Oh, vaya. Ugh. NuNew miró a su alrededor. Eran los únicos en el estacionamiento, que estaba aislado por gruesos árboles en todos los lados, pero todavía estaban en público.

Partida larga | ZeeNuNew #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora