Antes de la llegada de Akatsuki, Minato convocó una reunión en su oficina. Estaban presentes Shisui, Obito, Kakashi, Kushina y Shikaku, su consejero.
Para Minato era importante que los miembros de más alto rango, y confianza, de su gabinete estuvieran a su lado.
—Gracias por venir,— comenzó Minato. —Tenemos mucho que discutir antes de la llegada de Akatsuki. Como saben, hemos llegado a un acuerdo con ellos. Será crucial para nuestra aldea que manejemos esta situación con cuidado.—
Kushina asintió. —Necesitamos informar a la aldea sobre la alianza y explicar por qué estamos removiendo a los miembros de Akatsuki del Libro Bingo.—
Shikaku, el mejor estratega y consejero que Minato podría tener, intervino. —Será una noticia difícil de aceptar para muchos. La reputación de Akatsuki no es precisamente la mejor. Necesitaremos una narrativa convincente.—
Obito, aún escéptico con todo el tema, expresó sus dudas. — Mina-sensei ¿Y si no cumplen con su parte del trato? Son ninjas renegados. No podemos confiar en ellos completamente.—
—Es una posibilidad que debemos considerar,—admitió Minato. —Pero hemos tomado medidas para asegurar su cooperación. Además, tenerlos como aliados puede ser más beneficioso que tenerlos como enemigos.—
Kakashi miró a Shisui. La carga emocional que debía tener no era nada pequeña. —¿Cómo te sientes respecto a esto, Shisui? Itachi es parte de Akatsuki. Esto debe ser complicado para ti.—
Shisui respiró hondo. —Es complicado, sí. Pero creo que esto es una oportunidad para redimirnos. Itachi ha sufrido y quiere cambiar. Yo quiero darle esa oportunidad.—
No mencionaría ahí el tema que aún estaba por resolver, la masacre del clan Uchiha. Era algo muy privado entre él y la pareja de esposos ahí. De eso hablarían cuando llegara el momento.
Minato asintió. —Bien, entonces procedamos con el plan. Anunciaremos la alianza y la remoción del Libro Bingo en la asamblea de hoy. Debemos estar preparados para las preguntas y la resistencia.—