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— Hokage-sama, vengo a darle mi reporte de hoy. — dejó la hoja sobre el escritorio del rubio. —Me retiro. —
—Espera, Shisui. — Minato tomó un pergamino en su mano, y se lo tendió. — Tengo noticias. —
Shisui no dudó en recibir el pergamino, aunque no entendía a que se refería el rubio.
—Se que prometí hacer algo con respecto al consejo, Kushina está trabajando en ello. — comentó. —No conseguimos mucho por las buenas, y digamos que lo suyo son las medidas extremas, confío en ella. — rió bajito. —
Shisui se unió a la risa. —Comprendo. —
—Sin embargo, también prometí que ayudaría con la búsqueda de Itachi, y eso fue lo que hice. Jiraiya-sensei encontró la ubicación de la guardia de los Akatsuki, estuvo vigilando por más de una semana, para ser exacto, estuvo haciéndolo después de tu encuentro con Sasori y Deidara. — Explicó, Shisui estaba en una especie de shock. —Dice que considera que su actuar es raro, no se mueven mucho de la guardia, y siempre parece que se queda alguno ahí, lo cual es muy sospechoso. —
—¿No ha visto a Itachi? — Quizás no era la pregunta más inteligente, pero era lo primero que se le había ocurrido.
Minato negó. —Están teniendo actitudes muy extrañas, pero queremos creer que se están tratando de cuidarse de nosotros. En ese pergamino tiene toda la información recolectada, te dejaré ir, pero debes esperar a que Obito y Kakashi estén disponible. —
El pergamino estaba entre sus manos, casi como un mapa que lo guiaba a Itachi. —No quiero que ellos me acompañen. — comentó.
La sorpresa se reflejaba en el rostro del rubio hokage. —¿Por qué no? Son dos de mis mejores ninjas. — su tono de voz mostraba confusión.
—Lo sé, pero no lo digo por sus capacidades ninjas. — sonrió, Minato era un sensei orgulloso, y siempre estaba a la defensiva si se trataba de algún mal comentario en contra de sus alumnos, siempre iba a refutar. — No quiero que mis amigos salgan lastimados, lo de Obito fue algo que no debió pasar. —
—¿Quieres ir solo? —
Shisui asintió. —Si es posible, quiero hacerlo. — Sabía que era un riesgo, y que probablemente Minato diría que no, pero realmente era lo que deseaba. —Antes de que diga algo, sé que esto es un riesgo muy grande y que puedo echarlo a perder, pero necesito hacer esto. —
Minato suspiró, sabía que Shisui iba a pedirle aquello, pero no podía concederlo. Había sido muy flexible con respecto al tema, Akatsuki estaba dispuesto a cualquier enfrentamiento, y eso era lo que más quería evitar, de ser así, el consejo no dudaría en quitarle el puesto de hokage.
Sin embargo, sabía que lo había prometido, le dio a Shisui las esperanzas necesarias para luchar por Itachi, no podía dejarlo solo ahora.
—Voy a jugar mi última carta en ti, en Itachi, en su relación. — Suspiró. —No me decepciones, Shisui. —