Son las tres de la mañana cuando Konan toca a la puerta de Itachi, para notificarle que la reunión ha llegado a su fin.Por un momento quiere decirle que no quiere saber la decisión final, que solo quiere volver a la cama junto a su hija. Pero Konan lo arrastra hasta la sala, donde se encuentran reunidos todos.
—Lamentamos despertarte, Itachi. — Minato tiene una sonrisa tímida en su rostro. Todos se ven demasiado tranquilos, con algo de sueño, pero tranquilos. Lo que quiere decir que todo salió bien.
—No se preocupe, Hokage-sama. — Itachi trata de restarle importancia. — Espero que todo haya salido bien, para todos. — Dice con un poco de temor, tratando de leer las expresiones de sus amigos ahí presentes.
Minato asiente, bastante animado para ser las tres de la mañana. —Claro que si. Por ahora nosotros tenemos que retirarnos, no les quito más tiempo. Tienen que descansar, lo merecen. — Dice mientras acomoda su capa y se acomoda junto a Shisui y Tsunade.
Shisui no tiene ganas de irse, en lo absoluto. Pero sabe que tiene que hacerlo cuando Minato da la indicación, porque por su rápida lectura del ambiente, sabe que todo salió muy bien.
Itachi mira a Shisui fijamente, y le ofrece una sonrisa sincera, a lo que este responde con un inesperado "te amo", gesticulado con sus labios.
No va a negar que casi muere ahí mismo. ¿Ya Itachi dijo que Shisui lo va a volver loco? Porque está seguro de que lo hará.
—Adiós, chicos. Nos vemos muy pronto. — Dice el rubio, para un segundo después ya haber desaparecido.
Antes de que Itachi pudiera preguntar algo, todos se giraron a verlo. —Así que...— Incita a la conversación.
—Así que por ahora vamos a dormir. Tenemos mucho trabajo que hacer en las siguientes horas. — Dice Yahiko, mientras toma a Konan de la cintura y la guía con rumbo a su habitación.
—Todo salió bien, Itachi. No te preocupes. Tenemos un acuerdo con Konoha. — Dice Kisame, y luego todos van a sus habitaciones.
No sabe muy bien eso que significa, pero sabe que debe ser algo muy bueno para ambas partes, de lo contrario no lo habrían acordado. Cuando regresa a la habitación le cuesta un poco dormir, pero se obliga a hacerlo, porque probablemente este sea el último día de su vida como la conoce.
Mira a Shizu durmiendo plácidamente, y solo puede pensar en el hecho de que ya tiene un ligero contacto con Shisui, y ya sabe que tienen una hija. Ahora tiene que pensar en cómo decirle a Shizu que tiene otro papá.