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Minato nunca parecía estar de mal humor, pero aquella mañana Shisui sentía una especie de mala vibra alrededor del rubio.
No era que no pudiera tener un mal día, pero sin duda era extraño, aparte de ser el relámpago amarillo, Shisui creía que también lo podían llamar rayo de sol, realmente lo creía.
—Buenos días, Hokage-sama. — se encontraba frente al escritorio del rubio, mirando como este pasaba sus manos por su nuca, en un intento de liberar el estrés.
El rubio hizo un movimiento con la cabeza, respondiendo el saludo.
Shisui frunció un poco el entrecejo, definitivamente había algo ocurriéndole al rubio Namikaze.
—¿Un mal día, hokage-sama? — se atrevió a preguntar.
Los ojos azules lo miraron, analizándolo rápidamente. —Hay demasiadas cosas ocurriendo al mismo tiempo, y estoy un poco estresado. — explicó, pasando sus manos por sus rubios cabellos. — Por alguna razón, Danzo sabe que irás tras Akatsuki, y convenció al consejo de darme una advertencia. —
Shisui no podía creer lo que estaba escuchando, sus ojos mostraban sorpresa. —¿Una advertencia? —
Minato le dio un sonido de afirmación. — Me quieren quitar el puesto de hokage. —
Tan pronto como aquellas palabras salieron de la boca del hokage, la tensión se hizo más intensa.
No iba negar que estaba sorprendido, demasiado, si era sincero. —¿Por qué quieren hacer eso? —
El rubio se acomodó más en su silla, bufando en el proceso. —Danzo me quiere fuera, está decidido a convertirse en hokage, además, yo significo una piedra en su camino. Las cosas para él no han salido bien desde que me nombraron, le quité RAIZ, le quité el puesto que el tercero le había dado como consejero. — explicó.
— ¿Danzo se siente amenazado por usted? — Estaba realmente muy sorprendido, nunca se imaginó que Danzo declararía una guerra a Minato, no tan abiertamente.
—Desde el primer día. Él sabía que yo no participaría en sus malas decisiones, así que solo quiere verme fuera. — Los ojos azules estaban fijos en algún punto de la habitación. —Pero necesita más que advertencias baratas, no dejaré que destruya todo lo que tanto me costó conseguir para Konoha. —
Sentía alivio al escuchar aquellas palabras, el hecho de que el rubio no se rindiera, le daba esperanzas. — ¿Qué fue exactamente lo que los hizo darle esa advertencia? —
—La misión de ir tras Akatsuki, según ellos, no puedo poner en riesgo la vida de tres de mis mejores ninjas. Aunque realmente Danzo solo está tratando de evitar que entremos en contacto con Itachi. — El rubio llevó sus manos a sus cabellos. — Sabe que estamos muy cerca de descubrir que hay tras la masacre de los Uchiha, es por eso que los convenció de darme ese ultimátum. —
