Se había despertado un poco después de que los rayos de sol iluminaran por completo a la aldea oculta entre las hojas, dando inicio a su día.Debía ir a trabajar en los nuevos métodos de seguridad para el hokage, por lo que estaría todo el día en la torre.
Luego de cumplir con su rutina de aseo, bajó hasta la cocina, tenía menos de una hora para estar en su lugar de trabajo.
El reloj marcaba las ocho de la mañana, y Shisui se encontraba preparando el desayuno antes de irse a cumplir con su clásica rutina.
—Buenos días, Shisui. — saludó el Uchiha menor, mientras tomaba asiento en su mesa.
—Buenos días, Sasuke. En un momento estará el desayuno. — avisó mientras sacaba un par de tostadas.
—No te preocupes, hoy no tengo misión. — se encogió de hombros.
—¿Por qué? — preguntó mientras acomodaba el plato frente a Sasuke, tomando asiento al otro extremo de la mesa.
—Kakashi dijo que no tendríamos misiones por fuera de la aldea, al menos por un tiempo. — explicó, mientras llevaba un poco de su desayuno a la boca.
—¿Kakashi? ¿No deberías decirle sensei? — preguntó en medio de una risa.
—A él no le importa. — se encogió de hombros, y Shisui negó.
—En todo caso, ¿Que harán en todo ese tiempo? ¿Misiones básicas? Atrapar gatos, y ese tipo de cosas. — rió, mientras acomodaba su banda en su frente.
Sasuke negó riendo. —Naruto haría un gran alboroto si volvemos a esas misiones. Creo que nos entrenará junto con otros ninjas, pero no dijo quiénes son. — explicó, mientras terminaba de comer su desayuno.
El mayor asintió, mientras volvía a la cocina. —No importa quienes sean, esfuérzate. — dijo mirándolo.
Solía motivar mucho a Sasuke con respecto a su entrenamiento ninja, tenía mucha fe en las habilidades del menor, y hacia lo posible para estar atento de su crecimiento con respecto al Sharingan.
—Lo haré, te lo prometo. — asintió. Dijo levantándose de la mesa, y encaminándose a lavar lo que había utilizado.
—Quizás podamos entrar juntos el fin de semana, hace mucho no pasamos algo de tiempo juntos. — Bufó, mientras terminaba de empacar sus respectivos almuerzos. —Me cambiaste por Naruto. —
Sasuke rió bajito. —No es cierto, solo que tú tienes trabajo que hacer casi siempre, y Naruto siempre está alrededor, además de que es mi mejor amigo. — se encogió de hombros.