CAPITULO XVIII
Una vez que cortaron los caminos, emprendiéndose hacia la casa del parlamento, sus pensamientos no corrían si no para solamente imaginar lo que podrían encontrarse en la ausencia de Samael; quien no se había retirado del todo convencido de las habilidades de ellos. Por otra parte Andras se sentía con una fuerte responsabilidad de cuidarlos ahora él.
Antes de irse Samael, los había guiado fuera del metro, encargándose de esta manera que ninguno de ellos tuviera un encuentro desagradable con el agua fría que bien podría ser un obstáculo una vez que hicieran contacto. Llegando a la superficie, se percataron que el eclipse aún estaba sobre ellos y dándole a los Hyera la ventaja que necesitaban sobre ellos. No esperaban algo diferente desde hacía ya algunos meses. Incluso había tenido que volver a untar sangre de él sobre ellos, excepto a Arcadio. Asimismo podrían caminar solo silenciosamente.
— ¿Crees que el Samael volverá?—Preguntó Etienne sin detener el camino que aún les esperaba.
—Estoy seguro—Respondió con un leve susurro Arcadio.
— ¿Quién es Amy?—Preguntó Naira luego de pequeño silencio.
—Una Hyera que conocí en Sub Tenebris—Arcadio no sentía el ánimo para hablar de su primer encuentro con Amy.
— ¿Vas a confiar en ella?
—No del todo. Probablemente sea una mala idea.
Andras se mantenía en silencio.
—No puedes decir eso ahora—Dijo molesto Etienne.
—Basta. Hasta ahora solo nos queda confiar en el criterio de Arcadio. A este paso probablemente necesitemos toda la ayuda posible. No creo que Samael hubiera accedido si ella no fuera de una real ayuda—Habló Andras detenidamente sin mirar a ninguno de ellos.
—Me es casi imposible confiar en otra bestia de esas.
—Una te salvó—.Agregó Arcadio—Inténtalo.
Esta vez fue Etienne quien se quedó al final de la línea que formaron, de tal manera en que podía concentrarse más en su objetivo si tenía la espalda completamente libre.
El ambiente que ahora los rodeaba, parecía adaptarse incluso a sus narices. Los olores se convirtieron penetrantes y dejaron de molestar incluso ante la respiración de cada uno. De esto de percató Arcadio, ya no arrugaba el ceño ante su nuevo olfato, obligado a desarrollarlo desde aquel día que empezó todo.
Arcadio decidió ir hasta el frente, por otra parte Andras se había negado a la idea, entendía porque, el tío de su amigo tenía una buena puntería que les serviría para estar una ventaja superior a los Hyera. Por otra parte aún tenía muchas preguntas para él que había olvidado mencionar.
— ¿Cómo te vas a comunicar con los padres de Damián?—Preguntó Arcadio fijando sus ojos en la espalda de Andras.
—Aun pienso en ello—Por su parte Andras no le regresó la mirada.
— ¿Al menos sabes si están vivos?
—Mi hermana es lista, su esposo igual. Estoy seguro que encontraran la manera de encontrarnos en Londres.
—Me parece eso imposible.
—No para nosotros.
— ¿Ellos aman a Damián?—Preguntó Naira inclinando su cuerpo hacia un lado.
—Claro que lo aman Naira. ¿Por qué preguntas eso?
— ¿Por qué deben enterarse de su hijo a través de ti?—Sus susurro fue bajo pero claro.
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2° Hyera oscura profundidad
HorrorSin previo aviso, sin compasión, hemos tomado posesión de aquellos a quienes más nos temen. ¿Nos temen? Nos usan. ¿Nos desprecian? Se burlan. Los humanos habían pasado de ser una raza dominante a una raza pasiva. Una raza que ahora iba a temer de s...