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Caminaba de un lado a otro esperando que ella llegara, no sabia si esto era una buena idea, pero debía atenerme a las leyes, no me hacia para nada gracia que ella viniera aquí a visitar a Erick. 

Durante cinco años hemos sido solo mi hijo y yo, desde que nació y ella se fue, me he dedicado a cuidarlo y a protegerlo de todos los peligros del mundo, el es mi vida y ahora ella llega como si nada, como si nunca hubiese abandonado a Erick siendo un bebé. 

Aun el llanto de mi hijo estaba grabado en mi cabeza como un recordatorio de lo cruel que ella fue en el pasado. Lo peor de todo esto es que no puedo negarme al hecho de que ella estaría presente en la vida de mi hijo a partir de este momento. 

—Erick —me senté en la cama— ¿Sabes quien vendrá?

—Mi mamá. 

—Asi es, ella vendrá a verte, quizá te haga preguntas un poco incómodas, si no te sientes listo para responderlas, no lo hagas. 

—No lo haré —negó. 

—Maximilian —Roxanne entró a la habitación de Erick—, llegó. 

Solo asentí. Tomé a Erick en mis brazos y salí de la habitación, caminé un poco hacia la sala. Margott estaba ahí parada, detrás de ella estaba un sujeto que sostenía algunas bolsas., con cuidado baje a Erick y dejé que ella se acercara. 

—Hola Erick, soy Margott, tu mamá. 

—Soy Erick.

Ella me miró.

—Soy Erick —le respondí—, el no habla por su condición, pero escucha perfectamente. 

—No se lengua de señas —dijo ella mientras lo miraba—, jamás pude aprenderlo. Que gusto verte precioso —le tocó la mejilla a Erick—, eres muy lindo ¿sabes? te traje algunos regalos. 

Dejaron las bolsas frente a Erick, el solo se sentó en el suelo a abrir aquellas bolsas, quería negarme pero no tenía caso hacerlo ya que Erick parecía fascinado con aquellos juguetes y ropa. 

—No se que talla eres, pero traje algo grande para que no lo perdieras muy pronto. 

—Gracias.

—Erick te agradece. 

—No hay de que —ella sonrió—, quiero que me cuentes que te gusta, que no te gusta y me muestres tus cosas ¿que dices? —Erick asintió. 

Mi vista se fue hacia Roxanne quien miraba a Erick con tristeza, le tomé la mano para que supiera que no debía sentirse mal. Quizá no haya sido la mejor idea que ella estuviera presente, pero no quería sentirme ni estar solo en este momento. 

Antes del Matrimonio. |Disponible en Booknet|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora