9.

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—Buenos dias campeón —le sonrei a Erick que venia arrastrando los pies y tallando sus ojos.

—Buenos días papá 

—¿Dormiste bien? —llego a mi y alzó los brazos para que lo cargara y así lo hice, lo sentí asentir— Oye tengo algo que decirte. 

Lo senté en la isla y le entregue su jugo. 

—Roxanne está en casa, se quedo a dormir anoche. 

Dejó el vaso sobre la isla—¿En serio? ¿Por que? 

—Por que fuimos a aquella fiesta —el asintió—, le pedí que se quedara... Te queria preguntar algo y quiero que me seas sincero ¿Roxanne te agrada?

—Claro —respondió por medio de sus manos—, es mi maestra, es muy dulce conmigo, me comprende, cocina delicioso, es divertida... Además de que se preocupa por mi. Yo la quiero mucho, como ella y como mi maestra. 

Sonreí al escuchar a mi hijo decir eso, era lo que realmente necesitaba escuchar. Quizá esté yendo demasiado rápido con Roxanne, pero me gusta mucho y planeo tener una buena relacion con ella. 

Me ha demostrado que quiere a Erick, que lo respeta y sobre todo que lo cuida. Ella es dulce, inteligente y buena persona, es todo lo que necesito para mi, aunque queda saber si es lo que necesita mi pequeño. 

Se que como padre y aun mas como padre soltero, tener una pareja puede a llegar a ser algo riesgoso por que los pequeños son los mas vulnerables, no pensaba meterme en una relacion ahora y mucho menos con mi hijo estando siempre presente, pero siento que Roxanne llego en el momento indicado. 

Justo cuando necesitaba un respiro y sentirme menos presionado. 

—Me alegra saber que ella te agrade hijo. 

—Papá —miro sus manos, sabía que quería decirme o preguntarme algo, luego me miró— ¿Ella es mi mamá? Aquella señora que vino ¿ella es mi mamá? 

Deje la taza sobre la isla por que sentia que se iba a caer de mis manos. Sabía que en cualquier momento me haría esa pregunta, pero no pensé que sería así de pronto. 

¿Que debía responderle? ¿Que si es su mamá? ¿Que lo abandonó?

No, no puedo hacer eso. 

Justo Roxanne había salido por el pasillo salvándome por ahora de aquellas preguntas. Se había colocado algo debajo, al llegar a la cocina le dio un beso a Erick en la mejilla y este sonrio. 

—Buenos días principito —ella le sonrió— ¿como dormiste? 

—Bien ¿y tu?

—Muy bien —me miró—, Hola Maximilian. 

Antes del Matrimonio. |Disponible en Booknet|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora