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Dos días después.


Desperté como suelo hacerlo, a las cinco de la mañana, hoy me tocaba la guardia nocturna. Como Erick no iba al colegio estas dos semanas, podre trabajar un poco más tranquilo, Tiana había tenido una cirugía de cadera que la estaba matando literalmente, pero por suerte fue a tiempo, me había dado pena de que no me dijese nada. 

Me coloque la corbata y tome mi maletín junto con la bata y las llaves del auto, al salir escuche algo de ruido. Al salir, en la cocina estaba Roxanne, había olvidado que se quedó aquí anoche para empezar con el trabajo de cuidar a Erick. 

La tensión entre nosotros estaba algo palpable, después de que nos besamos, ella se había avergonzado, aun así hicimos como si nada pasó. O eso al menos es lo que parece, anoche cenamos a gusto con Erick y siguió sonriéndome como suele hacerlo. 

—Buenos días —fue la primera en romper el silencio, ya que me quede como idiota mirando lo hermosa que estaba esta mañana. 

—Buenos dias —deje el maletín y la bata en el sofá, luego mire mi reloj—, son las cinco y media de la mañana. 

—Lo se, es la costumbre —sonrio, aunque parece algo cansada—. Hice café ¿quieres? 

—Claro —me senté en la isla de la cocina— ¿qué tal la habitación? ¿Dormiste bien? 

—Si, dormi bien.. Aquí tienes —dejó la taza en la isla— ¿te vas ya? 

He notado que es un poco esquiva con algunas cosas, pero prefiero no preguntar.

—Si ya me voy, estaré trabajando todo el dia, quizá hasta las cinco o seis de la tarde —suspire—, ya saber que hacer ¿no? 

—Claro, memorice algunas cosas así que no te preocupes, cualquier cosa te llamo a tu teléfono —le asentí. 

Me termine de tomar el café, pero no dejaba de mirarla, me resultaba hermosa además de que sabia que habia algo mas en ella, sus ojos lucían cansados a pesar de que su sonrisa era radiante, su mirada estaba apagada. 

Aun así, no quise hacerle alguna pregunta. 

—Debo irme —me puse de pie y tomé mis cosas—. Gracias por el café Roxanne. 

—No hay de que... —Frunció el ceño—, espera —se acercó a mí, mi cuerpo se tenso cuando tomó entre sus manos mi corbata, me miró por un momento, luego a mi corbata y la acomodo—, esta listo, ten un buen dia Maximilian. 

—Tu igual —solté un carraspeo. 

Me encamine hacia la salida, ya me había despedido de Erick al despertar, no le gusta que lo despierten, se pone de muy mal humor. 

Antes del Matrimonio. |Disponible en Booknet|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora