Roxanne sueña con encontrar el amor de su vida, pero su trabajo se lo impide. Soñadora, risueña y optimista, no pierde la esperanza de encontrar al hombre que sea merecedor de su corazón.
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Aun seguía en los brazos de Maximilian, no pude parar de llorar del miedo que sentía. Pero debía calmarme, debía quedarme tranquila para no asustar a Erick, no quería que se asustara al verme así de mal.
No creí que el llegaría de nuevo a mi vida. Apareció de la nada y eso me hizo entrar en pánico, tanto que ni siquiera pude dormir, tenía demasiado miedo, estaba asustada pensando en que el tocaría mi puerta y me llevaría.
Se que no deberia sentirme asi, que debo ser valiente, pero no puedo evitar estar asustada.
—¿Mejor? —Maximilian se sentó a mi lado, yo le asentí— Ahora si, cuentame por favor.
—La carta, Zack me envió una carta —murmure—, venía de la cárcel.
—No entiendo ¿cómo es que supo donde vivias?
—No lo se, tampoco lo entiendo —respondí—. Se supone que el no sabe ni debería saber mi lugar de residencia, nada, no quiero contacto con el, no quiero hacerlo.
—Oye —me tomo la mano—, debes calmarte... Ya entraste en pánico y te lastimaste, si quieres averiguamos el porqué...
—No —dije rápidamente—, no quiero buscar nada que tenga que ver con el, esa carta la voy a quemar, no pienso dejar que el me moleste.
Es lo que pienso hacer, si llega otra tendré que llamar a mis padres y que ellos sean quienes hablen con el, no quiero tener nada de contacto con Zack, no se porque esta haciendo esto, tampoco quiero averiguarlo, solo lo quiero tener lejos de mi, como siempre lo ha estado durante muchos años.
Aun me cuesta olvidar del todo, todo lo que me hizo cuando era niña. Tenía seis años cuando el sin piedad alguna me golpeó, aún resonaban en mis oídos, mis gritos y mis súplicas.
Fue horrible para mi y mis padres vivir todo ese proceso.
—No creo que sea buena idea Roxanne.
—Por favor —le pedí—. No quiero agrandar mas este problema —susurre—, estaré bien, lo prometo.
—No vas a estarlo, mientras el envíe cartas, no lo estarás.. —el se acerco a mi para abrazarme— Mejor calmate ¿si? Eso no te hace bien mi amor..
—Me hace bien estar contigo —murmuré—, ya sabes que traeré mis cosas —lo mire—. Quiero estar aquí contigo. Quiero vivir con ustedes.
—Eso me hace feliz —el sonrió un poco—, ya sabes, cuando te sientas mal, no dudes en venir a mi ¿bien? —asentí— te ayudaré en lo que pueda.
Es lo mejor que puedo hacer, vivir con Maximilian me haría sentir más segura. He sido muy fuerte durante mucho tiempo, pero hay momentos en los que me siento vulnerable y la ansiedad me llega cuando llegan a mi esos recuerdos.
