𝘊𝘢𝘱í𝘵𝘶𝘭𝘰 12

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Con el campamento ya instalado y la tarde avanzando, la familia Targaryen estaba lista para comenzar sus actividades al aire libre. El aire fresco del bosque envolvía a todos con una suave brisa, y el sonido de las hojas susurrando les recordaba que estaban lejos del bullicio de la ciudad. Algunos miembros de la familia se encontraban ocupados preparando la comida, mientras que otros organizaban los juegos. La escena era una mezcla de risas y voces emocionadas que resonaban entre los árboles, creando un ambiente de alegría y expectativa. Mientras tanto, una camioneta más se acercaba al campamento, levantando una pequeña nube de polvo a su paso.

De la camioneta salió Tío Leonor, con una sonrisa en el rostro y tres niños pequeños a su lado: Aegon, Viserys y la pequeña Visenya. Los niños miraban alrededor con ojos llenos de curiosidad y entusiasmo, mientras Leonor saludaba a todos con un gesto de la mano.

"¡Hola a todos! — exclamó Leonor, su voz llena de alegría mientras se acercaba — Pensé que sería divertido unirme a ustedes para el fin de semana. Espero que no les importe mi llegada inesperada."

Rhaenyra, que estaba ajustando las cuerdas de una tienda de campaña, levantó la cabeza al oír la voz de su amigo. Su rostro se iluminó de sorpresa y felicidad al verlo.

"¡Leonor! — dijo Rhaenyra, corriendo hacia él y abrazándolo con fuerza — ¡Qué sorpresa tan maravillosa! Claro que no nos importa. ¡Qué bueno verte!"

Daemon, que estaba a pocos metros preparando la leña para la fogata, se acercó con una sonrisa en el rostro, dejando momentáneamente sus tareas.

"Hola, Leonor — saludó Daemon mientras ayudaba a Leonor con las maletas — Siempre es un placer tenerte con nosotros. Vamos a hacer una gran fiesta de campamento."

Los niños pequeños no tardaron en involucrarse en la conversación. Aegon el pequeño, con los ojos brillantes de emoción, tiró de la manga de su madre.

"¡Mira, mamá! — dijo Aegon, señalando alrededor con asombro — ¡Hay tantas cosas aquí! ¿Podemos jugar con todo?"

Viserys, siempre siguiendo el ejemplo de su hermano mayor, se unió a la emoción.

"¡Sí, sí! — exclamó con una sonrisa amplia — ¿Podemos hacer una fogata? ¡Me encantan las fogatas!"

Visenya, la más pequeña, pero no menos curiosa, miró a su alrededor con los ojos bien abiertos y luego dirigió su mirada a los demás.

"¿Qué vamos a hacer primero? — preguntó con curiosidad, su pequeña voz resonando en el campamento."

Leonor, con una expresión llena de ternura, se inclinó hacia los niños y les respondió con una sonrisa.

"Vamos a unirnos a la diversión y luego hacer una pequeña caminata antes de la fogata — dijo Leonor, mirando a los niños con cariño — ¿Qué les parece?"

Realeza Moderna: La Familia TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora