Un Revelde Amor. Cap. 10

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Un revelde amor. Cap. 10. Candy estaba en su habitación, tenía dolor de cabeza, sentía que le iba a estallar la sienes, no sabía si era por el viaje o la tensión y el estar discutiendo con terry. Pero de algo si estaba, segura no estaba dispuesta a seguir sometida, a sus ordenes, ella ya no era una niña, y podía tomar sus propias decisiones, después candy corrió unas cortinas y apareció la tina de baño, candy se metió en la bañera, y se relajo un poco y empezó a llorar, unas lágrimas de impotencia y frustración, se asomaban por sus verdes ojos, y rodeaban por sus mejillas las lágrimas se sentía muy sola en ese lugar, pero al menos Terry, no podía verla llorar ni menos vulnerable. Ni juzjarla por ser un crio. Nadie allí se enterarian. Una cuantas horas después, terry estaba, de pie junto a la ventana de su dormitorio, observando el valle a lo lejos, la luna ya estaba en lo alto, del cielo nocturno, derramando su suave luz haciendo brillar la suave nieve, terry no sabía que diablos le pasaba, el viajar nunca antes lo había hecho desvelarse, se pasaba viajando alrededor del mundo y se acostumbraba bien a los cambio de horario, y dormia bien, no sabía porque no podía consiliar, el sueño, la verdad no sabía por que. ¿Serían por candy? O más exacto por que había perdido el control, por que se había dejado llevar por el deseo, se había dado una larga ducha, con las manos en la pared dejando que el agua le corriera por la espalda, mientras se esforzaba por no pensar, pensar demaciado no conducía a nada, bueno, si le había quedado su virginidad a candy, lo cual no había sido su intención, y era ella quien lo había empujado a hacerle el amor.
    A demas inmediatamente el había decidido hacer lo correcto. Casarse con candy. Además las ventajas de esa unión eran más que evidentes,  si la situación se le hubiera ido de las manos, pero ya la tenía de nuevo bajo control, después de la ducha, se había metido en la cama y había estado vueltas y vuelva, sin poderse dormir, hasta que finalmente se había dado por vencido, y see había levantado. Había encendido el ordenado portátil, y se había, dedicado a ponerse al corriente con asuntos del trabajo, que tenían atrasados, por que su mentirosa pupila lo había atrasado  mintiendole, y teniendo que ir a buscarla a los barrios bajos de New York, y a casi arizona, pero ni con eso había logrado consiliar el sueño, a hora tenía insomnio. ¿Que diablos le pasaba? Y por que sentía ansias de volverle hacer el amor a candy y pagar sus frustraciones con ella? Terry irritado con sigo mismo, se apartó de la ventana, y salió del dormitorio, y bajo a la piscina, se quito los pantalones, y se zumbio de cabeza en el agua fría y se puso a nadar, desfogandose con cada brazada, no se detuvo a contemplar el cielo estrellado como lo hacía otras veces. Atrás vez del domo de cristal que crubia el techo de la piscina, ¿para que? Las iba a ver. Si en ese momento tenía grabada las imágenes de candy de bajo de el desnuda gimiendo y jadeando... Aquello no era lo que su padres lo habían imaginado cuando lo habían designado, como tutor. Terry no era lo que hubiera pretendido en todos estos años,  lo único que lo había encomendado era cuidar de ella mejor que ellos. Terry nado hasta que los brazos y las piernas le dolían, pero ni así pudo apartar de la cabeza a candy. Así que salió del agua y se seco con una toalla, y se la embolvio en la cintura, mientras intentaba, dominar esa obsesión, pasará pensó terry esta absurda obsesión, mientras subía las escaleras, no era un adolescente encaprichado, de una chica de su clase, jamás había suspirado por una mujer, y no iba a pasar la noche en blanco, por una chica, ingenua. Que hasta hacía una semana y días solo había sido para el una sola responsabilidad. Añadida a su lista de responsabilidades, no había ninguna razón por que de repente se encontrará enfrente de la puerta de la habitación de candy, y tampoco había una razón para girar la manija de la puerta, pero lo hizo, aun que sabía que deveria de cerrar la puerta del dormitorio de candy. Y irse a su habitación, terry no lo hizo se adentro a la habitación de candy. Cruzó la recamara de candy, la luz de la luna alumbra a la habitación donde estaba candy. Tenía las cortinas  sus ojos se posaron en la cama donde yacia candy dormida, plácidamente los rayos de la luz de la luna acariciaban su esbelta figura, la ropa de cama estaba a un lado, probablemente por que la había apartado en sus sueños, y su melena dorada caía de lado, estaba acostada bocabajo con los brazos en la almohada, y la cabeza de lado, una pierna flexionada no llevaba nada más que unas pequeñas braguitas, terry se moría por alargar sus brazos y cruzar trazar sus nalgas, y trazar con sus dedos, sus deliciosas curvas, que se asomaban por la trasparente ropa. De seda su espalda desnudate y su sostén de encaje era una invitación a el placer, que terry recordaba cuando había sido suya aver repasado esa espalda esas caderas y tocado esa suave piel. Si quedar satisfecho de ella, y de sus besos. Terry se había acercado demasiado a la cama de candy, sin tocarla, por que el sabia que si lo hacía, no podría, detenerse, terry la contempló dormida tan tranquila tan serena, sin imaginar que terry estaba de pie en su cama observando como un depredador, acechando, silenciosa, mente, su presa,... La deseaba tanto Dios...! como la deseaba. Dios. ¡Exalo un suspiro tembloroso, y antes de que la situación se volviera insoportable, se inclino y la tapó con cuidado, para no despertarla. Luego salió en silencio y volvió a su habitación a su ventana. Y fue entonces cuando medito en silencio y dijo que ya era hora de que dejara de mentirse así mismo, sobre lo que estaba ocurriendo allí. Y que aquellos sentimientos lo había tomado desprevenido. Si casarse con candy era bueno para el negocio, pero esa era una de las menores razones, por lo que el quería hacerlo lo que realmente.... le importaba más lo que realmente sentía por ella.. Un Amor.. Continuara..

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