Un rebelde amor

Un Revelde Amor. Cap. 19

Un revelde amor. Cap. 19. La mano de Terry seguía en la mejilla de candy y no se sentía capaz de apartarla. Peor aún no quería apartarla. - candy le dijo a terry que se había acostumbrado a permanecer fuera de la cámara de la las luces de los flashses. Eso es todo. - demuéstralo, terry la reto, ¿como quieres que te lo demuestre? Respondió ella fingiendo una sonrisa, para que no se diera cuenta que estaba nerviosa, pues si lo que quieras que yo termine haciendo hoy aquí un escándalo, tu mismo me has dicho que qué tengo que evitar los escandalos. - y si lo que pretendes es que te bese aquí tu mismo me has dicho que tengo que ser, prudente y guardar el decoro, se que tengo la edad para besar, pero no puedo exhibirme en público, le respondió candy a terry. No hace falta ponerse tan teatral. Le dijo terry a candy, lo único que quiero es que me des una respuesta, aquí debajo del árbol principal de la plaza. Terry metió la mano en el bolsillo del saco y sacó una cajita de terciopelo, rojo en la parte de arriba de la cajita tenía estampado, el logotipo de una joyería tan famosa, que una mujer que iba pasando lanzó, una esclamacion, y les susurro algo a sus amigas que la acompañaban. Candy no podía apartar la mirada de la cajita, algo dentro de ella le decía que le diera un manotazo a la caja y saliera corriendo de allí. Ahora que a un podía escapar, candy sabía lo que era pero el corazón le martillaba pesadamente, el pecho. Terry le dijo mirame candy. Con esa voz profunda como el acero y a la vez de terciopelo, - ¿quieres casarte conmigo.? Candy comprendió que el que le estuviera preguntando, en vez de exigirle y ordenarle. Y ponerle el anillo en el dedo, se ignifica que terry estaba teniendo una cortesía, poco corriente, con ella más a un :hasta se había tomado la molestia, de comprarle un anillo a ella, y ella era tan tonta,  por que solo ese hecho le hacía palpitar el corazón, de la emoción. Había un árbol de navidad, frente al hotel que estaba detrás de Terry, muy alto cargado de adornos y luces, pero candy seguía sin ver nada más que la cajita en manos de Terry, que finalmente la abrió y a candy se le cortó el aliento. Era como un nudo de finas cuerdas, que se entrelazadas de diemantes y en el centro, estaba un diamante de gran tamaño, qué eclipsaba las luces del árbol de navidad, y los escaparates de las tiendas, era un anillo inusual. Se moría por tocarlo por provarselo, pero de ninguna manera podía aceptarlo, si le hubiera ordenado aceptarlo sería, distinto pero le había preguntado que si lo quería, le estaba proponiendo matrimonio, dictandole una  norma de pruebas que tenía que cumplir, y eso implicaba que tenía que rechazar su proposición, pero no podía hacer tampoco una escena, que debería de hacer, tal vez lo que le dictará su conciencia,  pero que debería hacer, se dijo candy. - terry se veía, tranquilo no se veían incómodo ni nada, su actitud era imperturbable como las montañas que los rodeaban. Mientras yo siento mariposa en el estómago. Terry estaba allí esperando la respuesta. Y candy sin saber que hacer si salir corriendo o rechazar la propuesta o que le estaba pasando, sentía mariposas en el estómago, era una maraña de sentimientos. Abrió la boca por fin para poner fin, a los sentimientos. Y hizo de tripas corazón, para terminar con todo ese juego. De una vez por todas, pero sin saber por que. Salió un {{si }}. Ya de regreso en la villa. Terry,  alzo a candy en brazos y se la llevo dentro de la villa, la luz de los farolas arrancaba destellos de luz del anillo, a y a hora le decía L mundo entero que era suya, no tenía palabra para describir lo que sentía terry, tan delicada y exquisita. Cuando candy le había dicho que si, la gente que estaba en la calle había aplaudió. Era curioso como lo había emocionado algo tan simple, como haber recibido ese si de candy, era lo más maravilloso que le había sucedido. Terry pensó que era la relación más sentimental que había sentido, y que aquello era lo más razonable que había hecho, por que era parte de su plan. Y si terry había decidido pedirle a candy que se casara con el en un lugar público, era por que así mataría dos pájaros de un solo tiro: qué se difundirera la noticia, de su compromiso con candy, que estaban escondidos los paparazzi, para tomar toda las notas de la noticia. Y a la vez candy quedarían más atrapada en el compr9de la boda, más le había costado rechazarlo por la gente y el público, todo había salido, de acuerdo con lo planeado, ya que terry no se fiaba de candy, de lo dócil que se estaba portando, con el, la candy qué terry conocia no era así. De obediente, no sabía a que estaba jugando, pero no tenía la menor intención de entrar en el juego de candy. De hecho terry estaba seguro que le diría un {{no}} por respuesta, para empezar, no sabía porque había formulado su proposición, con una pregunta. El caso es que le había salido así, y se había quedado plantado allí con la caja del anillo, esperando que lo rechazara, para besarla y dejarla, sin aliento, tras sin duda alguna, después de eso haría lo que el le dijera. Pero en vez de eso candy le había dicho que si, y por eso había hecho lo que no había hecho ningún hombre de negocios, cerrar un acuerdo:  la había lo rodeada de la cintura, con los brazos, y le abría dado un largo beso. Que solo podría describirse como apasionadamente, romántico, y algo estaba completamente seguro. Que Candy se arrepentiria cuando viera las fotos, pero a que a decir verdad ella también había disfrutado de él beso, terry llevaba a candy a su dormitorio en brazo y candy recargaba su cabeza en su hombro,. Terry la había depositado en su cama y el corazón le empezó a latiedole, como loco. - en los ojos de verdes de candy se veían ardientes miradas en ella, - a terry le falto poco para tomarla y poseerla como un salvaje. - en vez de eso se, concentró en candy. No se fiaba de ella. Pues terry no creía en el tipo de matrimonio que ella había descrito, cargado de todos esos sentimientos, lo único que el quería es que ella lo obedeciera. Y tener el control de la compañía. Era lo que terry  le había dicho, Continuara...