Un Revelde 14

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Un revelde amor. Cap. 14. Conseguí que me aceptarán en la universidad yo sola, es posible dijo terry. Es posible que el departamento de la universidad también tomará en cuenta mis calificaciones y puntuaciónes altas. No que cuando vaya a una fiesta de Venecia sea capaz de sonreír a un montón de magnates vejestorio. Que intentan coquetear conmigo. Y en vez de eso mandarlos hacer gárgaras. Era uno de los consejos que le había dado terry. Estaba seguro que el le respondería con una mirada furiosa o una puya.- Pero terry en vez de eso se paro de la silla. Entiendo que mis consejos te parezcan absurdos pero yo no estoy aquí, para cumplir todos tus caprichos, candy estoy para convertirte en una gema sin igual entre las mujeres y eso no sucederá, si vives en un agujero en el bronx bebiendo cerveza, y fingiendo que pertenecen a la clase obrera.-jamas he hecho eso, ¡respondió candy, dolida¡! si ni siquiera me gusta la cerveza ¡ terry le dijo has tenido todas las ventajas posibles candy, y aun así te sientes víctima, de tu buena suerte por que no paresias y miras a tu alrededor candy le dijo terry. Hasta tu apellido tienes mucha clase de bendiciones  Candy: tu belleza la fortuna que vas a heredar candy. De tus padres... Tu vida entera es... ¿Mi vida? Lo corto ella levantándose de la silla y mirándolo a los ojos. Te concedo qué soy hija de quien soy, pero me quede huérfana, solo siendo una niña. Y me quede al cuidado de un hombre que no tenía tiempo para mi. Y que me mando lejos de él. Ojos que no ven corazón que no siente. Perdona si a ti te pareció una bendición. Pero ami no me lo pareció, entonces ni me lo parece a hora. - se que para ti fue un duro golpe perder a tus padres, le dijo terry. - pero no había nada que yo pudiera hacer. Para suavisarlo. Nadie hubiera podido evitarte ese dolor. Por eso te envié a ese internado. Era un buen internado donde educaban bien a las mujeres de la aristocracia y la realeza. Un lugar donde la exorbitante cuota qué tenía que pagar. Cada mes considere que te cuidarian bien, ¿que consuelo crees que podría darle yo a una niña . No era nada más que un extraño. Además de un hombre soltero que no conocía nada de niños.? - Yo solo quería comenzó hablar candy - pero no se atrevió a terminar la frase. Ya no estaba segura de que quería entonces candy. Había esperando mucho tiempo para tener aquella conversación con el pero ya no era su tutor y su pupila. Lo que había cambiado era todo lo que palpitaba entre ellos. Aquellos de lo que ninguno de los dos de atrevía hablar. Candy no era consciente de haberse levantado de la mesa y de pronto se encontró, a lado de Terry. Como dos espadachines qué se hubieran puesto en guardia, y se dispusiera a luchar. Sabían que deberían volverse a sentar y deveria de volver a aplacar a terry. O dar fin aquella conversación, pero no podía hacerlo. Se sentía como... presa de una extraña euforia. Nunca había visto a terry así, jamás se hubiera imaginado que pudiera, ponerse así. Estaba tan azules, de mirada tan fría y gelida y tan tenso que la ira emanaba de el casi vibraba en el aire. Cuando se apartó de la mesa y la avertura de su vestido se abrió de más. Dejando su pierna al descubierto. Terry bajo la vista como si no pudiera, controlarse. Fue entonces cuando candy, reconoció esa mirada arrogante, en el apuesto rostro de Terry  qué ella había. visto antes,aquella noche en su apartamento en bronx. Momento antes de que terry la llevara a la cama. Y le hiciera el amor. Entonces candy lo comprendo todo no sabía mucho de hombes, pero entendió que las mariposas en el estómago y las miradas de Terry comprendió qué terry la deseaba y que desde aquella noche había cambiado todo. Era evidente que terry se moría por tocarla. Era evidente que por eso terry se había levantado, por que no podía aguantar quieto más tiempo, por eso estaba tan de mal humor. Sin duda ese era el motivo del por que se mostraba tan, controlador con candy todo el tiempo. No tenía la más mínima duda ; era como si lo hubiera sabido todo el tiempo y de repente su subconsciente se lo hubiera revelado. La cabeza le daba vuelta ; le costaba prosesar todo, las implicaciones qué tenía, había pasado tantos años comparandose  negativamente con su madre. Que no se había puesto a pensar en que terry. Le había dicho que, era ella realmente hermosa. Ella había dado por sentado que era parte del juego de Terry. Para convertirla en un maniquí. Para que fuera vestida con los diseños de la compañía del brazo de Terry... ¿Pero y si no se trataba de eso? ¿Como podría ser que un hombre como terry, la encontrara, tan hermosa. Como el decia? ¿Y si el modo irreverente lujurioso en que la había tocado explacara toda esa tensión que había entre ellos? Y si no se tratara de que fueran tutor y pupila si no algo mucho más sencillo: que era un hombre y una mujer. ¿Que cuando se tocaban asaltaban chispas? . No no había ninguna duda. Estaba convencida de que tenía la sertesa completa. Se lo decía si intuición femenina. Nunca había estado tan segura. Claro que si desde el departamento terry jamás la cubrió con la colcha y ni se negó a no hacerla suya la había deseado desde ese día. Ahora se daba cuenta de que tenía el sarten por el mango. Candy tenía una sonrisa. Y terry le pregunto. Se puede saber de que diablos te ríes ahora. Terry de mal humor le exigió saber. El brillo del deseo inconfundible qué tenía sus ojos. Quieres saber por que. Le dijo candy por que no eres tu el que. Tiene el poder sobre mi. Lo tengo yo sobre ti. Le dijo candy.. Continuara

Un rebelde amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora