Un Revelde Amor 16

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Un revelde amor. Cap. 16. Candy intento levantarse de la mesa, pero sus piernas no la sostenian, ignorando lo que le pedía su cuerpo, no se trataba de satisfacer sus propias necesidades. Se trataba de quien tenía el poder. Era candy quien lo había dicho. Pero  candy, parpadeo cuando se tumbo en el borde de la mesa, como si las piernas no le respondieran. Y terry la sujeto hasta que se repuso. - he disfrutado muchísimo de esta conversación acerca de que eres tu tienes el poder, le dijo terry con malicia. - Candy se sonrojo. - terry le dijo deveriamos repetirlo tal vez, cuando  hayas recobrado el aliento. Terry empezó a caminar hacia la puerta, consciente de que si no se marchaba de inmediato, la haría suya allí mismo sobre la mesa. Había una parte que no comprendida terry porque tenía que contenerse, pero otra parte de el , la que llevaba dominando el ámbito empresarial, era más sensato, durante todo ése tiempo había tratado a candy, como si fuera frágil, quebradrisa como un objeto de colección qué debería, mantener a salvo, en una repisa. En vez de una socia en potencia. Terry ahora se daba cuenta que se había equivocado, candy estaba empezando a sentir atracción por el poder,y era evidente que quería sentir que se sentía ejerserlo. Pero no había nada más peligroso y incontables, qué una inesperta, al poder cuando lo había, probado ese dulce néctar. quizás después de esa noche  reflexionaria y se diera cuenta de que el poder era un arma de doble filo. - esto... no cambia nada - jadeo candy detrás de él mientras terry se alejaba, y terry reprimio a duras penas una sonrisa -.se que lo que has dicho es la verdad sobre ti sobre los dos.- Si tu lo dices... Respondió terry girando la cabeza, tan engreído, caminando sin detenerse, con una sonrisa de lado. - y le dijo terry la boda será en navidad empezamos a planificar mañana. Y la dejo allí jadeante y temblorosa a candy.           Al día siguiente amaneció despejado y soleado, y candy debería sentirse, encantada después de que encerrada casi dos semanas en la villa de Terry, debía decretar qué ese día era para hacer una hermosa salida.  El problema era que no había dormido nada. Al meterse a la cama, estaba tan agitada de deseo, y tan avergonzada de aver dejado que terry, hiciera con ella lo que se le antojara. ¿En que había estado pensando se cuestiono candy ? ¿Porque le había permitido llegar hasta allí a terry ? A lo largo de la noche de todas esas horas de desvelo, dando vueltas en la cama, se habría jurado que huiria de allí, aunque tibiera que calzarce unas raquetas, para poder avanzar por la nieve. Y se había jurado jamás, jamás, volvería a tocarla, y mucho menos entre las piernas. Toda la noche había notado allí un calor húmedo, insoportable. Sin embargo al despertar en la mañana había hido a ducharse como cada mañana, y luego había bajado a desayunar como una obediente automata. Era como si no tuviera el poder en ella misma, era como el poder que ejercía, terry sobre ella que no podía escapar de ningún modo. Al entrar al comedor qué entraban los rayos de luz del sol, por los hermosos ventanales gigantes, iluminando todo el lugar se detuvo y se quedo mirando a terry en el comedor, qué así con los rayos del sol, parecía menos intimidante y casi humano, - terry le dijo en un tono amable, ¿piensas quedarte hay paradas toda la mañana,? Le dijo en un tono amable, sin despegar la vista del ordenador,. - deberías haberme dicho que lo tuyo era la especialidad, de dejame adivinar, le dijo es pelear por las mañanas, y es {{no desayunaré si antes aver tenido una discusión .}} se comportaba como cualquier mañana pensó candy, claro que para el nada había cambiado, porque entonces candy tenía la sensación de que todo había cambiado en ella, por que esa mañana el mundo a ella le parecía irreconocible, o quizá solo fue una persepsion. candy se sentía como si terry la hubiera agarrado por los pies y la hubiera agitado, como una maraca, - esto tiene que parar le dijo-candy qué no fue a sentarse, a la mesa con el. Si no que se cruzó de brozos y lo miraba, irritada, apezar de que el le había dicho muchas veces que esapostura. La hacía ver vulgar, como una verdulera, te refieres a tratar de intimidarme, con esa cara de pocos amigos, estoy de acuerdo respondió tan tranquilo. no estoy bromeando estoy cansada. De que me... - ¿de que te que? La cuestionó dejando a un lado el ordenador y fijando sus ojos azules en candy, - ¿de que te de tanto placer, que empieces a gritar a pleno pulmón y te deje jadeante sobre la mesa,? ¿O que te diga unas cuantas verdades qué prefieres no afrontar.? ¿O de que quizá encuentres eso de mal gusto, al  hablar de eso en pleno día.? Candy no se había esperando esa respuesta por parte de Terry qué cambiara de tema, no que le dijera eso... Y se quedara terry sentado mirándola con esa sonrisa de lado, divertido. Y el brillo de la mirada azul intenso de los ojos de Terry. - Esa mirada qué hacia qué candy se sintiera incomoda. Y de pronto ella sentía un cosquilleo por todo el cuerpo, y un calor, y las. Mejillas teñida de un sutil rubor. -  Candy de respondió yo no grite, - con altivez. - terry se limitó a sonreír,                          horas más tarde candy se reunió, con terry en el vestíbulo, como el lo había oedenado. Candy seguía de mal humor. Peor que en el desayuno, candy estaba furiosa por que esa era la segunda vez que le había hecho caso, sin haber podido, hacer un esfuerzo para negarse y discutir con el. Terry le dijo ponte algo informal. Pero recuerda que este no es un pueblucho como del qué te saque, donde los hombres, llegan barbas y van todos desaliniados. Donde llevan esas espantosa camisas de cuadros, no tengo idea a que te refieres, le respondió candy, para fastidiar a terry. Ponte algo sofisticado y chic. - le dijo terry sin alterarse, - no es momento para que te recres en tus conseptos de moda que usabas, en la universidad. Que era lo que más le había molestado a terry verla vestida con esa ropa, cuando la encontró en ese departamento. De su fiesta en New York. Terry sabía que ella quería integrarse por eso se había vestido, así. Sin embargo no tenía nada de malo en eso pero lo que ella era no le quedaba, debido a que su mamá era un icono de la. Moda, y estarían al pendiente de la ropa que Candy, utilice. Y sin embargo terry no estaba de acuerdo con que a ella le gustara vestirse, así, por que la prensa, la destrozaria con comentarios mordaces. Claro que de eso no era consciente, candy. Continuara

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