Regalos

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La mañana había llegado, Max sentía un peso encima y al despertar miro que quien se encontraba encima de el en su pecho descansando era Brad, lo veía tan cómodo que no se quiso mover y se acomodo mejor, el sofá era un poco pequeño pero eso funcionaba para que estuvieran más juntos.

Goofy bajaba por las escaleras, vio a los jóvenes y a pesar de que no quería interrumpir tuvo que hacerlo—Feliz navidad chicos, es hora de abrir los regalos—Los dos saltaron un poco por el abrupto sonido.

—¡Papá!—El señor Goof sonrió—Lo siento hijo pero es hora de abrir regalos y quiero que abras el mío Ajio—Bradley lo miro al escuchar aquella risa que parecía más un muletilla.

Ahora sabía de donde Max había sacado su risa tan característica y poco usual, rio al pensar y el morocho lo vio extrañado pero este solo le dijo que no era nada.
Los tres se sentaron y el primero que quiso abrir los regalos fue el señor Goof.

—Ten este es el mío Max—Le entrego una caja grande y larga, Max curioso empezó a romper la envoltura y al abrir la caja saco una patineta y no una cualquiera si no una Tavola Skate Powell una patineta cara y de renombre.

—Papá esto es... gracias pero debió costarte una fortuna—El hombre solo le resto importancia con su mano—Quería darte un buen regalo Max, además no te preocupes no fue tan cara—El hombre tuvo que mentir ya que sabía que su hijo no le aceptaría tan fácil.

Para evitar las preguntas decidió poner un regalo enfrente del castaño—Este es para ti hijo—Brad lo miro asombrado ya que no creía que le darían un regalo, abrió la caja y saco un lindo suéter navideño con un estampado algo peculiar "Live your life however you want".

Brad tomó el suerte y sonrió feliz—Gracias—El hombre mayor sonrió y le dio un abrazo.

—Bueno ya que usted me dio un regalo le dare el suyo, no se si sea de su agrado pero espero que si—Le entrego una pequeña caja la cual contenía un reloj muy bonito y sensillo—Gracias hijo me hacía falta uno, hace días que rompí el mío—Max miro a su papá con una ceja alzada, sabía las mil y un formas por las que su papá podría haber roto su reloj, sólo esperaba que le durara más tiempo este.

—Y también hay uno para ti Maxi—El castaño le tendió una cajita igual pequeña, el morocha tomó la caja y la abrió, dentro había unos piercing negros estos no eran de metal si no de titanio para su labio inferior.

—Brad estos son más caros de los normal, ¿por que...—El castaño lo interrumpió—Porque quise darte algo bonito además no fue tan caro, Tanque tiene un amigo que hace perforaciones y me las dejo en un buen precio—El morocha sonrió enternecido y le dio un beso—Gracias, ahora ten—.

Un regalo fue extendido a las manos de Brad quien lo tomó gusto y era de igual forma una caja pequeña, al abrirla había dos pares de anillos, este miro atónito al castaño.

—Tranquilo son anillos de promesa—El castaño no pudo evitar soltar un suspiro de alivio, amaba a Max claramente pero aún no era el momento de tomar tal decisión tan grande, debían dejar que el tiempo lo dijera—Pero si planeo darte uno de compromiso a futuro—Ambos sonrieron y se abrazaron.

—Por cierto papá me faltó darte mi regalo—Le extendió un sobre y el señor lo abrió—Son tres días en un campamento de pesca y es para dos personas—El mayor sonrió pero no entendía—Se que tienes algo como la bibliotecaria de mi escuela, la señorita Marpole y pensé que podrían ir juntos—.

Ah yo...Aijio—Los nervios le ganaron al señor que no pudo más que soltar su risa—Tranquilo papá no te juzgo, esta bien, tiene derecho a rehacer tu vida y si la señorita Marpole te hace feliz adelante—. El hombre sonrió feliz y abrazo a su hijo—Gracias Max—.

Decidieron desayunar y el mayor dejó a los chicos solos, estos decidieron ir a caminar al parque tomados de las manos y mirando la bella nieve.

—¿Como sabías lo de tu papá y la señorita Sylvia?—El castaño miro a su novio—Porque mi papá no es muy bueno disimulando y hace días lo había visto en la escuela, pensé que venía a verme pero cuando lo vi en la biblioteca y junto a la señorita Sylvia lo intuí además de ver su penoso coqueteo—El castaño rio imaginándose situación.

—Tu tampoco eres muy bueno ligando Max, pero así te quiero—Beso la mejilla del chico para que no se sintiera ofendido por su comentario— Y ¿De verdad te sientes bien que tu padre salga con alguien más?—El morocho abrazo al chico.

—Desde que mi mamá se fue, mi papá siempre ah dedicado todo su vida a criarme y cuidarme, tanto al punto de casi asfixiarme de amor, aveces lo veía fastidioso y molesto y ahora solo entiendo que todo lo que hacía, lo hacía por mi bien y porque me amaba, creo que es momento de que haga su vida y disfrute lo que tenga que disfrutar—Tal confesión hizo a Brad amara más a su novio de verdad que era alguien increíble.

—Eres tan dulce Max te amo—Ambos se besaron con mucho pasión queriendo demostrar que tanto se amaban uno al otro, al separarse Max miro a su novio —Yo también te amo—.

Decidieron ir a jugar con la nieve, hicieron un gran muñeco de nuevo, luego ángeles juntos y al final fueron por un café para calentarse ya que eso los había enfriado un poco.
Por otro lado una persona en un carro tomaba fotos a lo lejos sin que ellos se dieran cuenta.

Los chicos volvieron a casa, cenaron con el señor Goof, tenían planeado quedarse por dos días más y después volver a la escuela y tener sus propias vacaciones juntos.
Los tres convivían tranquilamente y el día de volver el señor Goof lloraba sin parar no quería que su hijo se fuera pero si este ya tenía planes con su pareja el lo respetaría.

Llegaron al compus y decidieron quedarse en la habitación del morocho ya que sabía que no había nadie y podían disfrutar más su tiempo juntos, salidas al parque, cine o simplemente a quedarse en la habitación y no salir todo el día por asuntos pasionales.










—Señor el chico se encuentra en el campus con su pareja—El señor Uppercrust se había enojado tanto al ver la fotos que le habían enviado, agradecía que su hijo aún no tuviera la mordida pero sabía que eso no tardaría en suceder.

—Cuando su novio salga entren por el y si tienen que llevárselo a la fuerza háganlo, tienen que traerlo—El hombre grande entendió la indicación—Entendido señor—.

—Y Chad por favor no lo golpeen lo necesito sin ningún moretón o rasguño visible—Dicho esto colgó el teléfono.

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